Educación clave para manejar la dermatitis atópica, recomendaciones de la Dra. Arenas

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Dra. Claudia Arenas, presidenta de la Asociación Colombiana de Dermatología (ASOCOLDERMA) y especialista en dermatología. Foto: PHLatam

En un diálogo sobre la dermatitis atópica, la Dra. Claudia Arenas, presidenta de la Asociación Colombiana de Dermatología (ASOCOLDERMA) y especialista en dermatología, resalta la importancia de comprender esta enfermedad inflamatoria crónica que afecta principalmente a la población pediátrica.

La dermatitis atópica, una afección recurrente que no tiene cura, se manifiesta a través de brotes de inflamación en la piel, causando enrojecimiento, descamación y picazón intensa. Según la Dra. Arenas, su prevalencia en la población pediátrica oscila entre el 15 y el 20%, mientras que en adultos se estima que afecta a alrededor del 5% de la población.

“Esta enfermedad se caracteriza por la disfunción de la barrera cutánea, inflamación y prurito”, explica. El diagnóstico, mayormente clínico, depende de la edad del paciente. Mientras que en infantes los brotes suelen aparecer en el rostro y el cuero cabelludo, en los adultos tienden a localizarse en las áreas de pliegues.

La especialista enfatiza la necesidad de un enfoque integral para el manejo de la dermatitis atópica, considerando no solo los aspectos dermatológicos, sino también el impacto psicológico que la enfermedad puede tener en la calidad de vida del paciente. “Muchos de estos pacientes pueden experimentar alteraciones en su estado de ánimo, ansiedad e incluso depresión”, añade.

Entre las innovaciones en tratamientos se encuentra el crisaborol, un nuevo medicamento aprobado en Colombia para tratar la dermatitis atópica leve. La Dra. Arenas señala que el tratamiento varía de acuerdo con la severidad de la enfermedad, que puede ser leve, moderada o severa, y debe incluir la educación del paciente sobre su condición y la implementación de una rutina de cuidado de la piel.

Uno de los grandes retos que enfrentan los pacientes es la detección temprana y el acceso a tratamientos adecuados. “Aquellos que no son diagnosticados o que no inician un tratamiento adecuado corren el riesgo de desarrollar comorbilidades, como rinitis alérgica o asma”, advierte la Dra. Arenas.

La educación no solo debe centrarse en el paciente, sino también en sus cuidadores. La Dra. Arenas expone que, en el caso de lactantes y niños pequeños, es fundamental que las personas que cuidan a los pacientes comprendan la naturaleza cíclica de esta enfermedad, para poder atender las crisis de forma eficaz.

Desde ASOCOLDerma, se han desarrollado materiales educativos como guías nutricionales y talleres para pacientes y familias, con el fin de desmitificar conceptos erróneos sobre la dermatitis atópica. “Es clave que tanto médicos como pacientes y sus familias trabajen en conjunto para gestionar esta condición de manera efectiva”, concluye.

Para la especialista, la dermatitis atópica es más que una simple irritación en la piel; es una enfermedad que requiere atención, comprensión y un enfoque integral para su manejo. “A través de la educación y el apoyo adecuado, los pacientes pueden encontrar caminos para vivir de manera más plena y controlada esta enfermedad”. 

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