Uno de los mitos más frecuentes surge cuando la psoriasis aparece en zonas íntimas. “La psoriasis genital no es una enfermedad de transmisión sexual”, aclara el dermatólogo Dr. Edgardo Rodríguez Vallecillo.
El especialista explica que la humedad de esta zona puede cambiar la apariencia de las lesiones, haciendo que muchas veces se confundan con infecciones por hongos. “Esto causa angustia a los pacientes, quienes a menudo buscan soluciones sin éxito porque no logran un diagnóstico adecuado”, añade.
Este tipo de confusiones no solo retrasa el tratamiento, sino que puede afectar la autoestima y la vida íntima de quienes viven con la enfermedad.
Un impacto que va profundo
La psoriasis no se limita a las lesiones visibles. En algunos casos, puede presentarse en las uñas o incluso en las articulaciones, antes de que aparezcan los primeros síntomas cutáneos. “La artritis psoriásica es un aspecto complejo de la enfermedad y su diagnóstico depende de descartar otras formas de artritis”, explica el Dr. Rodríguez Vallecillo.
En cuanto a las uñas, el dermatólogo enfatiza que no toda alteración significa un hongo: “Es importante consultar a un dermatólogo para un diagnóstico preciso.”
Aunque parezca superado, uno de los mitos que más afecta emocionalmente a los pacientes es el miedo al contagio. “La psoriasis no es contagiosa”, subraya el Dr. Rodríguez. “Los pacientes pueden abrazar y compartir con sus seres queridos sin temor alguno”.
Romper con esta falsa idea, asegura el especialista, ayuda a evitar el rechazo social y a fomentar la empatía hacia quienes viven con la enfermedad.
Educar también es tratar
Para el Dr. Edgardo Rodríguez Vallecillo, la educación médica y social forma parte del tratamiento integral.
“La psoriasis es más que una condición física. Romper los estigmas y brindar apoyo permite a los pacientes vivir sin sentirse aislados por ideas erróneas”. Informar, acompañar y comprender: tres pasos que, según el especialista, pueden cambiar por completo la experiencia de quienes enfrentan la psoriasis día a día.
