El absceso orbital es una condición infecciosa grave del ojo que puede dar lugar a complicaciones importantes, incluidas la pérdida de visión o la muerte, por lo que su diagnóstico y tratamiento oportunos son esenciales.
Recientemente, un hombre de 45 años con exoftalmos, diplopía y disminución de la visión fue ingresado en nuestro hospital. El paciente tenía antecedentes de sinusitis crónica. En la ultrasonografía, se observó un área de líquido oscuro por encima del músculo recto superior del ojo derecho, con un volumen aproximado de 5,7 ml.
La resonancia magnética orbital reveló señales anormales fuera del cono muscular superior de la órbita derecha, con un tamaño de 13,2 ml. El globo ocular derecho estaba comprimido y desplazado hacia adelante, y el músculo recto superior también estaba afectado. Además, se detectaron sombras en el seno frontal derecho, el seno maxilar y los senos etmoidales bilaterales, lo que llevó al diagnóstico de absceso subperióstico orbital y sinusitis.
El equipo médico realizó una punción con aguja fina y la inyección de antibióticos directamente en la cavidad del absceso utilizando una jeringa de 5 ml bajo la guía de ultrasonido. A los siete días de la intervención, el paciente mostró mejoría clínica, con una reducción significativa de los síntomas.
Su agudeza visual mejoró de 20/40 a 20/20 y la diplopía desapareció. La sinusitis fue tratada con medicamentos, sin que se observara recurrencia de los síntomas oculares en el seguimiento posterior de tres años.
Este caso subraya la efectividad de la punción con aguja fina guiada por ultrasonido y la inyección de antibióticos en el tratamiento de un absceso subperióstico orbital del cuadrante superior. El drenaje quirúrgico oportuno y la terapia antibiótica efectiva son cruciales para reducir las complicaciones de los abscesos orbitarios.
Aunque la aspiración con aguja fina ya se ha utilizado en el tratamiento de abscesos de otras patologías, es la primera vez que se informa su aplicación con éxito en abscesos oculares, logrando la cura completa mediante la aspiración del pus con una jeringa de 5 ml e inyección de antibióticos en la cavidad.
La aspiración percutánea y la inyección intracavitaria son fundamentales, ya que permiten aliviar rápidamente los síntomas compresivos, como en este caso, en el que el paciente presentó desplazamiento ocular significativo y síntomas de diplopía. Al día siguiente de la aspiración, los síntomas compresivos mejoraron notablemente. La inyección de antibióticos en la cavidad ayuda a esterilizar la zona rápidamente, acelerando la absorción del absceso y la eliminación de las bacterias causantes.
Los abscesos orbitarios son infecciones graves que pueden ocasionar complicaciones severas si no se tratan adecuadamente. El drenaje quirúrgico oportuno facilita la eliminación del pus y el material infectado, aliviando la presión y evitando la propagación de la infección a otras estructuras.
Además, el uso de antibióticos dirigidos específicamente a las bacterias identificadas en un cultivo puede mejorar la efectividad del tratamiento y disminuir el riesgo de complicaciones. La combinación de drenaje quirúrgico y terapia antibiótica dirigida según los resultados del cultivo bacteriano es esencial para el manejo eficaz de los abscesos orbitarios y la prevención de complicaciones adicionales.
