«Vacunarse no evita el virus, pero protege contra formas graves de la enfermedad», Dra. Ángela Suárez 

fotos profesionales artes web (1)
Dra. Ángela Suárez, miembro de la Sociedad Puertorriqueña de Pediatría. Foto: PHLatam

Si bien los virus de la influenza se propagan durante todo el año, en general la actividad de la influenza alcanza su nivel máximo entre diciembre y febrero, por lo que en esta temporada la vacunación se convierte en un tema crucial, especialmente en la población pediátrica. La Dra. Ángela Suárez, miembro de la Sociedad Puertorriqueña de Pediatría, comparte información vital sobre cómo la vacunación puede evitar complicaciones severas causadas por este virus.

La Dra. Suárez resalta las cifras preocupantes: “En el último año, la influenza afectó a aproximadamente 41 millones de personas en Estados Unidos, incluyendo Puerto Rico. Se reportaron 490,000 hospitalizaciones y 25,000 muertes, de las cuales 201 correspondieron a niños”. De este grupo, el 80% de los niños que fallecieron no estaban vacunados o pertenecían a categorías de alto riesgo.

“Vacunarse no garantiza que no contraerán el virus, pero sí protege de formas severas la enfermedad, evitando la hospitalización o complicaciones graves”, explicó la Dra. Suárez.

La especialista menciona que la vacuna debe administrarse, como mínimo, dos semanas antes de asistir a eventos donde haya una alta concentración de personas. Aconseja a los padres pensar en la vacunación de sus hijos menores de cinco años y aquellos que son de alto riesgo, incluidos los recién nacidos, que no pueden vacunarse hasta cumplir seis meses de edad.

La Dra. Suárez aclara que “la vacuna de influenza se recomienda para todas las personas a partir de los seis meses de edad”. También destaca la importancia de vacunar a las madres embarazadas.

El proceso de vacunación depende de la edad: “Los niños menores de nueve años que nunca han recibido la vacuna necesitan dos dosis, administradas con un intervalo de cuatro semanas”. En contraste, los niños de nueve años o más solo requieren una dosis cada temporada.

La Dra. Suárez también menciona que la vacuna de este año está diseñada para proteger contra tres cepas importantes del virus de la influenza, dado que el virus suele mutar cada año. 

Como ocurre con cualquier vacuna, algunos efectos secundarios son comunes, como dolor en el área de la inyección, fiebre leve y congestión nasal, especialmente con la vacuna administrada por vía nasal. “Sin embargo, si su hijo es alérgico al huevo, hoy en día puede recibir la vacuna sin temor, ya que no se ha demostrado que cause reacciones adversas en estos pacientes”, aclara la Dra. Suárez. 

La Dra. Suárez desea dirigirse a los padres que aún tienen dudas sobre la vacunación: “Es fundamental que los padres se informen y hablen con su pediatra sobre cualquier inquietud. La decisión de vacunar a sus hijos debe basarse en información precisa y no en rumores”. La Dra. Suárez destaca que vacunar a los niños no solo los protege a ellos, sino también a aquellos que los rodean, incluyendo a los abuelos y otros familiares de alto riesgo.

Últimos artículos