La leucemia es una enfermedad verdaderamente compleja que puede manifestarse de diferentes formas. Aunque es más frecuente en los niños, existen algunos tipos que son comunes en los adultos.
¿Qué es la leucemia?
La leucemia, en términos sencillos, es un cáncer de los glóbulos blancos. Los glóbulos blancos son células cruciales para combatir infecciones, que normalmente crecen y se dividen de manera ordenada según las necesidades del cuerpo. Sin embargo, en personas con leucemia, la médula ósea produce una cantidad excesiva de glóbulos blancos anormales que no funcionan correctamente.
¿Cómo se clasifica la leucemia?
La Sociedad Americana Contra el Cáncer explica que existen varios tipos de leucemia que se agrupan principalmente en dos categorías: aguda y crónica. La leucemia aguda progresa rápidamente y requiere un tratamiento inmediato y agresivo.
Por otro lado, la leucemia crónica avanza más lentamente y puede no presentar síntomas evidentes durante muchos años. Los tipos específicos de leucemia también varían según el tipo de célula afectada, como la leucemia linfocítica y la leucemia mielógena.
¿Cómo podemos identificarla?
Los síntomas de la leucemia pueden variar dependiendo del tipo, pero algunos signos comunes incluyen:
- Fiebre o escalofríos
- Fatiga persistente o debilidad
- Infecciones frecuentes o graves
- Pérdida de peso sin razón aparente
- Ganglios linfáticos inflamados, y agrandamiento del hígado o del bazo
- Sangrado y formación de hematomas con facilidad
- Sangrados nasales recurrentes
- Pequeñas manchas rojas en la piel (petequias)
- Sudoración excesiva, especialmente por la noche
- Dolor o sensibilidad en los huesos
¿Cómo se desarrolla la leucemia?
La leucemia se desarrolla cuando algunas células sanguíneas adquieren mutaciones en su ADN. El ADN es el material genético que contiene las instrucciones para las funciones celulares.
En la leucemia, estas mutaciones provocan que las células continúen creciendo y dividiéndose sin control. Este crecimiento descontrolado desplaza a las células sanguíneas sanas en la médula ósea, reduciendo la cantidad de glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas saludables, lo que da lugar a los síntomas de la enfermedad.
¿Cuáles son los factores de riesgo?
Son varios los factores pueden aumentar el riesgo de desarrollar leucemia. El hospital Mayo Clinic menciona los siguientes:
- Tratamientos oncológicos previos: Personas que han recibido quimioterapia o radioterapia para otros tipos de cáncer tienen un mayor riesgo.
- Trastornos genéticos: Ciertas condiciones genéticas, como el síndrome de Down, están asociadas con un mayor riesgo de leucemia.
- Exposición a sustancias químicas: Sustancias como el benceno, que se encuentra en la gasolina y se usa en la industria química, están vinculadas a un mayor riesgo.
- Tabaquismo: Fumar cigarrillos incrementa el riesgo de leucemia mielógena aguda.
- Antecedentes familiares: Tener familiares con leucemia puede aumentar el riesgo personal.
Es importante destacar que no todas las personas con factores de riesgo desarrollan leucemia, y muchos casos de leucemia se presentan en personas sin factores de riesgo conocidos.
Aunque la leucemia es una enfermedad compleja, con el tratamiento adecuado y el apoyo necesario, muchos pacientes pueden manejar su condición y llevar una vida plena. Mantenerse informado y ser proactivo en el cuidado de la salud es fundamental para todos aquellos afectados por esta enfermedad.