En Puerto Rico, más de 500 mil personas viven con diabetes, y desde hace 36 años la Asociación Puertorriqueña de Diabetes (APD) se ha convertido en un pilar fundamental para su educación, apoyo y bienestar. Para Brenda Padilla, educadora, comunicadora en salud y directora ejecutiva de la organización, la misión es clara: empoderar para transformar vidas.
“Nuestra especialidad es diseñar programas donde la persona pueda comprender desde la A hasta la Z qué es la condición, cómo se manifiesta en su cuerpo y cuáles son esas medidas básicas de manejo asertivo para alcanzar el control y el bienestar”.
La organización desarrolla durante todo el año múltiples programas educativos dirigidos a pacientes, familiares, cuidadores y profesionales de la salud, enfocados en promover el manejo integral y el autocuidado.
La importancia de la educación y una cultura preventiva
Padilla reconoce que uno de los mayores desafíos del país es la ausencia de una cultura preventiva sólida. Por eso, insiste en la necesidad de apostar desde temprano por una educación en salud que impacte a largo plazo. “En Puerto Rico no hay el desarrollo de una cultura preventiva. Desde los niñitos tenemos que apostar a una población infantil que, en 10, 15 o 20 años, sea más saludable”.
Parte del trabajo de la APD es llegar a todos los rincones de la isla mediante iniciativas educativas que fortalezcan el conocimiento sobre el manejo de la diabetes y motiven al paciente a tomar control de su condición.
Encaminar 5K por la Diabetes
Tras varios años en pausa, la carrera “Encaminar 5K por la Diabetes” regresó con gran respaldo del público, pacientes, familiares y colaboradores. El evento se ha convertido en un símbolo de comunidad, solidaridad y empoderamiento. “Es una carrera donde hay mucha unión, y eso es lo que queremos demostrar: que somos muchos, que estamos unidos y que en la unión está la fuerza”.
Además de ser una celebración, este 5K es esencial para continuar la operación de la organización y ampliar los servicios educativos gratuitos para la población.
Para la APD, cada aporte económico se traduce en nuevas oportunidades de educación y acompañamiento. La organización ofrece orientación sobre monitoreo de glucosa, adherencia al tratamiento, nutrición, actividad física, manejo emocional y mucho más. “La caminata y el recaudo de fondos nos permiten seguir operando y ampliando nuestros servicios educativos, porque no es solo el diagnóstico: hay que entender cómo manejar la condición para alcanzar el control”.
Programas educativos durante todo el año
Aunque noviembre es el Mes de la Concienciación de la Diabetes, la APD trabaja sin descanso durante todo el año. Algunos de sus programas destacados incluyen:
- Daily Camp: campamento diario para adultos.
- NutriFit: programa educativo basado en evidencia con duración de tres meses.
- Clases de cocina y actividades prácticas.
- Alianzas con medios de comunicación para llevar información de forma accesible.
La evidencia ha demostrado que, gracias a estos programas, muchos pacientes logran disminuir su A1c y avanzar hacia un mejor control metabólico.
El avance tecnológico ha abierto nuevas posibilidades para las personas con diabetes. Brenda destaca dispositivos como las bombas de insulina, los monitores continuos de glucosa, relojes inteligentes y aplicaciones móviles que permiten tomar decisiones más informadas. “Es una de las condiciones crónicas con mayor alternativa tecnológica. Estos dispositivos ayudan al paciente a comprender mejor la condición y ver resultados en vivo”.
Desde la mirada de una educadora, Padilla recalca la importancia de conocer a fondo la realidad de cada persona para ofrecer programas realmente efectivos: “Nos falta entender la radiografía del individuo con diabetes: dónde vive, qué comprende de la condición, qué alternativas tiene. Cuando diseñamos la educación según sus necesidades, es más pertinente y efectiva”.
La APD también integra la salud mental y emocional como parte esencial del manejo, reconociendo que el bienestar psicológico influye directamente en la capacidad del paciente para cuidarse. Como toda organización del tercer sector, la APD se fortalece gracias a alianzas y colaboraciones constantes.
La Asociación mantiene sus puertas abiertas para cualquier persona, profesional, empresa o grupo que desee aportar. “Cada día se nos unen más compañías privadas, más agencias de gobierno y más profesionales de la salud. Para unirse, solo tienen que contactarnos a través de nuestras redes sociales”.
Brenda Padilla concluye con un recordatorio claro: sí es posible vivir con diabetes con bienestar, siempre que el paciente esté educado y comprometido con su autocuidado. “Cuentan con la Asociación Puertorriqueña de Diabetes para ayudarlos a entender cómo se manifiesta la condición y qué pueden hacer para estar en control. Sí se puede vivir bien con diabetes”.
