El presidente, de 79 años, se sometió a un “examen exhaustivo, que incluyó estudios vasculares de diagnóstico” realizado en la Unidad Médica de la Casa Blanca, informó la secretaria de prensa Karoline Leavitt, quien leyó una nota oficial emitida por el médico presidencial, capitán Sean Barbabella.
“Se realizaron ecografías Doppler venosas bilaterales de las extremidades inferiores que revelaron insuficiencia venosa crónica, CIE-9, una afección común, particularmente en personas mayores de 70 años”, detalló la nota.
El examen fue motivado por una “leve hinchazón en la parte inferior de sus piernas” que Trump había notado en las últimas semanas, explicó Leavitt. Según Barbabella, no se encontró evidencia de trombosis venosa profunda ni enfermedad arterial, y los análisis de laboratorio del expresidente se encuentran dentro de parámetros normales. Además, un ecocardiograma descartó insuficiencia cardíaca, insuficiencia renal o enfermedad sistémica.
¿Qué es la insuficiencia venosa crónica?
La insuficiencia venosa crónica es un trastorno circulatorio que afecta a las válvulas de las venas, impidiendo que la sangre fluya adecuadamente de regreso al corazón. Esto puede provocar acumulación de sangre, hinchazón, calambres, dolor o cambios en la piel, especialmente en las extremidades inferiores. Afecta a más de 150.000 personas al año, con un riesgo creciente en adultos mayores.
“Básicamente, no es información alarmante ni sorprendente”, dijo el Dr. Jeremy Faust, profesor adjunto de medicina de urgencias en la Facultad de Medicina de Harvard. Leavitt indicó que el expresidente no experimenta molestias, y que se dará a conocer una carta adicional del Dr. Barbabella con detalles sobre el tratamiento que se recomendará.
¿Qué pasa con los hematomas en su mano?
La portavoz también se refirió a la aparición de hematomas en el dorso de la mano de Trump, lo cual había generado especulaciones. Según el médico, esta situación tiene una explicación simple.
“Esto es consistente con una leve irritación de los tejidos blandos causada por los frecuentes apretones de manos y el uso de aspirina, que se toma como parte de un régimen estándar de prevención cardiovascular”, señaló Leavitt, leyendo otra parte del informe médico.
Con este diagnóstico, Trump se prepara para convertirse en el presidente de mayor edad en la historia de Estados Unidos que asume un segundo mandato, lo que pone en foco su estado de salud y resistencia física de cara a los retos de una nueva administración.
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