“EVALI es una enfermedad que puede poner en riesgo la vida y cuyo diagnóstico aún enfrenta grandes desafíos”, explicó el Dr. Humberto Márquez, especialista en neumología citado por Intramed, al referirse al síndrome de lesión pulmonar vinculada al uso de cigarrillos electrónicos y vaporizadores. Desde que los CDC identificaron los primeros brotes en 2019, el cuadro se ha consolidado como una complicación respiratoria grave que afecta principalmente a jóvenes y adultos jóvenes.
La característica central de EVALI es la inflamación pulmonar aguda, frecuentemente asociada a productos que contienen acetato de vitamina E, cannabinoides o sustancias químicas ilícitas presentes en líquidos para vapeo. Clínicamente, los pacientes suelen presentar tos persistente, disnea, dolor torácico, fiebre y, en casos severos, insuficiencia respiratoria que requiere hospitalización y soporte ventilatorio.
El reporte destaca que los criterios diagnósticos de EVALI son de exclusión, lo que implica descartar infecciones respiratorias virales y bacterianas, así como enfermedades pulmonares crónicas. Esto convierte el diagnóstico en un reto para los equipos médicos, especialmente en contextos donde no hay pruebas específicas que confirmen la condición. Los estudios de imagen, como la tomografía computarizada, suelen mostrar opacidades bilaterales en vidrio esmerilado, hallazgo común pero no exclusivo de esta entidad.
Las cifras de los CDC muestran que en Estados Unidos se confirmaron más de 2.800 hospitalizaciones y 68 muertes relacionadas con EVALI durante el brote inicial de 2019–2020. Aunque la incidencia disminuyó tras la prohibición de ciertos aditivos, nuevos casos siguen apareciendo, lo que mantiene vigente la necesidad de vigilancia. En América Latina, las notificaciones son menos frecuentes pero el subregistro es probable, debido a la dificultad diagnóstica y a la baja percepción de riesgo entre usuarios de vapeo.
Los especialistas advierten que la población adolescente es la más expuesta, dado el auge del vapeo en este grupo etario. En países como México, Argentina y Colombia, las encuestas de salud escolar reportan que entre un 10 % y un 15 % de estudiantes de secundaria ha utilizado cigarrillos electrónicos, lo que amplía la base de riesgo para futuras complicaciones respiratorias.
El abordaje terapéutico de EVALI incluye la suspensión inmediata del vapeo, oxigenoterapia, corticoides sistémicos y, en casos graves, cuidados intensivos. Sin embargo, la verdadera solución pasa por la prevención y la regulación estricta de estos productos. “Mientras los cigarrillos electrónicos se sigan percibiendo como una alternativa inocua al tabaco, seguiremos enfrentando nuevas olas de pacientes con lesiones pulmonares potencialmente mortales”, concluyó Márquez.
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