La cirugía robótica se consolida como una de las herramientas más prometedoras en el manejo de los cánceres ginecológicos, ofreciendo a las pacientes menos dolor, una recuperación más rápida y estancias hospitalarias más cortas. Así lo afirmó el doctor David Viveros Carreño, ginecólogo-oncólogo de la Clínica del Country, uno de los centros pioneros en la implementación de esta tecnología en el país.
“La cirugía robótica nos brinda todas las ventajas de la cirugía mínimamente invasiva comparada con la cirugía abierta”, explicó el Dr. Viveros, quien destacó que este avance permite una menor tasa de uso de analgésicos en el posoperatorio y favorece una reincorporación más rápida de las pacientes a sus actividades cotidianas.
Actualmente, la cirugía robótica se emplea principalmente en pacientes con cáncer de endometrio, un tipo de cáncer ginecológico en el que ha demostrado enormes beneficios, especialmente en mujeres con obesidad o incluso obesidad mórbida.
“En ginecología oncológica utilizamos la cirugía robótica en particular en pacientes con neoplasias de endometrio, donde tiene unas ventajas muy importantes en el manejo de pacientes que tienen obesidad y particularmente obesidad mórbida”, detalló el especialista.
Además de su aplicación en cáncer de endometrio, la cirugía robótica también se ha extendido al tratamiento de pacientes con cáncer de cuello uterino en estadios tempranos, con un enfoque en la preservación de la fertilidad, y se investiga su uso en cáncer de ovario. “Actualmente tenemos muchos estudios en curso evaluando su valor en el manejo definitivo de pacientes con cáncer de cuello uterino y también en pacientes con cáncer de ovario”, señaló el doctor Viveros.
Una de las ventajas más notables de esta tecnología es su capacidad para reducir la conversión a cirugía abierta durante procedimientos como las linfadenectomías, necesarias para el análisis de ganglios linfáticos. “La cirugía robótica nos permite tener una menor tasa de conversión a cirugía abierta cuando necesitamos hacer linfadenectomías pélvicas y particularmente linfadenectomías paraaórticas al compararlo con la cirugía laparoscópica”, indicó.
Sin embargo, el acceso a esta tecnología aún enfrenta barreras significativas, siendo el costo el principal obstáculo. “El costo”, respondió el doctor Viveros cuando se le preguntó sobre los desafíos actuales para ampliar el acceso a la cirugía robótica.
A pesar de estas limitaciones, el especialista es optimista sobre el futuro de la cirugía robótica en Colombia. “La cirugía robótica, sin duda, es una tecnología que llegó para quedarse tanto en el mundo como en nuestro país”, dijo el experto.
Las ventajas que nos brinda para el manejo específico de algunas patologías desde el punto de vista de la ginecología oncológica hace que, seguramente, con el paso de los años, cada vez más pacientes puedan tener acceso a las ventajas de esta plataforma”, concluyó.
