Autora: Dra. Maricelly Santiago Ortiz
Prominente Embajadora Científica (PR, Estados Unidos, Latinoamérica), Doctora en Ciencias Biomédicas/Oncología y Comunicadora en Salud.
La autonomía es la habilidad que un ser humano tiene para sostenerse solo, sin necesidad de tener co-dependencias emocionales, físicas, sociales, económicas o espirituales. Piense usted, cómo debe sentirse una mujer independiente y empoderada toda su vida, cuando recibe un diagnóstico positivo a cáncer de seno en una etapa productiva de su vida. Simplemente, entran en una serie de etapas emocionales e inclusive hasta de pequeños duelos.
En dichos procesos, nuestras mujeres sienten una pérdida de su libertad y autonomía. Cada una de estas reacciones serán distintas en cada una de las pacientes y toca respetarlas en todo momento. Tal vez, para unas pacientes, dichas experiencias no son pérdidas, para otras sí lo son y buscan ayuda para poder entender como seguir en la vida sin “lo que perdieron”.
De la misma manera que durante la vida, en cierto sentido las experiencias terrenales que vivimos, nos ayudan a lograr un grado de autonomía, debemos de reconocer que el mismo es el resultado de múltiples esfuerzos no lineales. Los esfuerzos y sacrificios no lineales se refieren a ese sube y baja de emociones que una paciente puede sentir en y durante su proceso.
Es completamente normal que puedan sentirse de esta manera. Se pueden planificar una serie de eventos pero no necesariamente salen como esperamos. Lo importante es ser persistentes hasta que los mismos se logren. Estos esfuerzos producen buenos resultados porque nos permiten abrazar el proceso, entenderlo mejor, vivir una ruleta rusa llena de emociones y nos exige dar lo mejor de nosotras, aún cuando pensamos que no estamos aptas o no somos suficientes para hacerlo.
Algunos ejemplos de cómo una mujer con cáncer de seno puede sentirse en control durante su diagnóstico es teniendo una participación activa durante el mismo, trabajando en pequeñas actividades que le permitan desarrollar su autoestima y su imagen y mantener una comunicación proactiva y abierta con sus familiares. Cada uno de estos ejemplos serán fructíferos dependiendo de la actitud de la paciente y su entorno. Si deseamos conocer más en esta parte, se recomienda buscar ayuda y asistencia.
Nos han tocado vivir momentos, que lo que no entendemos con facilidad, usamos las fuentes de información incorrectas para clarificar preguntas de un tema. Sin darnos cuenta, caemos en un círculo negativo donde convertimos lo que aprendimos incorrectamente en un mito o en ocasiones en un estigma, en vez de consultar con un profesional de la salud.
No es de beneficio que una paciente de cáncer se encuentre rodeada de estigmas y mitos. Los mismos pueden inhibir sus ganas de seguir adelante o minar sus conductas sensatas en un proceso de entendimiento y adaptación.
Vigilemos estos pensamientos o ideas por el bien de la paciente y la familia. Ya que de lo contrario, esta paciente de cáncer de seno puede sentir pensamientos turbios en vez de llevarla por un camino de progreso y educación. Estos, fomentan significativamente la forma de conducirse en su proceso y en su diagnóstico. Recuerden fomentar un ambiente positivo en las pacientes de cáncer de seno y en sus familiares. El mismo puede hacer una gran diferencia en el manejo del diagnóstico y a entender cada paso del mismo. ¡Apostamos a la sobrevivencia!









