La importancia de la prevención y detección temprana del cáncer de cérvix 

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Dra. Omayra González, hematóloga oncóloga

El cáncer de cérvix, que se origina en el cuello uterino de la mujer, sigue siendo una preocupación significativa en la salud pública. Aunque en Estados Unidos la incidencia de este tipo de cáncer ha disminuido, las estadísticas revelan un alarmante aumento en mujeres hispanas, latinas y negras, con un incremento del 5% anual en Puerto Rico.

La Dra. Omayra González, hematóloga oncóloga, destaca la importancia del diagnóstico temprano y de las pruebas de prevención, como el papanicolaou (Pap), que se recomienda para mujeres de entre 21 y 65 años. Esta prueba permite detectar cambios celulares en el cuello uterino antes de que se conviertan en cáncer. Además, a partir de los 30 años, se sugiere realizar pruebas para detectar el virus del papiloma humano (VPH), que es el principal factor de riesgo para desarrollar cáncer de cérvix.

El VPH es un virus común que, aunque no todas las infecciones llevan al cáncer, su presencia incrementa significativamente el riesgo. Otros factores de riesgo incluyen el tabaquismo, múltiples parejas sexuales y embarazos. La Dra. González, enfatiza: «La vacunación contra el VPH es esencial. Debemos vacunar a nuestros jóvenes a partir de los nueve años para prevenir infecciones que podrían derivar en cáncer».

Los síntomas del cáncer de cérvix en etapas tempranas pueden ser sutiles o incluso inexistentes. Algunas mujeres pueden experimentar sangrado vaginal anormal, especialmente después de relaciones sexuales. Es crucial que cualquier signo inusual sea consultado con un médico.

En los casos en que se diagnostica cáncer, el tratamiento varía según el estadio. En etapas tempranas, la cirugía puede ser una opción viable, mientras que en etapas más avanzadas se utilizan quimioterapia y radioterapia. «La combinación de tratamientos depende de la respuesta del paciente y la severidad de la enfermedad», explica la doctora González. 

A pesar de que cerca del 75-80% de las mujeres en Puerto Rico se realizan la prueba de papanicolaou anualmente, aún existe un 15-20% que no lo hace. Es vital que se continúe promoviendo la concienciación sobre la prevención y la detección temprana del cáncer de cérvix.

La experta concluye: «La clave está en la prevención, la detección temprana y en buscar ayuda a tiempo. No debemos esperar a que se presenten síntomas graves. La detección y el tratamiento oportuno son nuestras mejores herramientas en la lucha contra el cáncer de cérvix».

Con una mayor educación y acceso a pruebas preventivas, se puede reducir la incidencia de este tipo de cáncer y salvar la vida de muchas mujeres en el mundo.

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