El Colegio de Tecnólogos Médicos de Puerto Rico (CTMPR) expresó su firme oposición al Proyecto de la Cámara 874 (PC 874), actualmente evaluado por la Comisión de Salud de la Cámara de Representantes.
La presidenta del Colegio, Lcda. Bárbara Surillo Trautmann, advirtió que la medida “podría comprometer la confiabilidad de las pruebas diagnósticas, debilitar la vigilancia epidemiológica y poner en riesgo la seguridad de los pacientes en todo Puerto Rico”.
“El propósito de ampliar el acceso a pruebas para detectar infecciones de transmisión sexual, VIH y hepatitis es loable, pero no puede lograrse a costa de la calidad, la ética profesional y la protección de nuestros pacientes. La salud pública requiere rigor científico, no improvisación”, enfatizó Surillo.
El CTMPR agrupa a más de 4,300 tecnólogos médicos licenciados en Puerto Rico, profesionales especializados en ciencias biomédicas y regulados por ley, cuya labor sustenta aproximadamente el 70% de las decisiones médicas que toman los médicos a diario.
Según Surillo, el PC 874 permitiría que personal no licenciado realice pruebas rápidas diagnósticas fuera de laboratorios clínicos, sin la debida supervisión profesional. “Estas pruebas, según las regulaciones estatales y federales, constituyen análisis clínicos y requieren validación, control de calidad, trazabilidad y confidencialidad”, subrayó.
Dejar su ejecución en manos de personas sin la preparación técnica necesaria puede provocar falsos positivos o falsos negativos, con consecuencias emocionales y clínicas irreversibles”, agregó.
La presidenta también advirtió que la medida fragmentaría el sistema de diagnóstico del país, debilitando la capacidad del Departamento de Salud para monitorear estadísticas, notificar resultados y responder a brotes.
“Sin trazabilidad ni uniformidad de datos, se pierde la confiabilidad de la información epidemiológica y se pone en riesgo la planificación de la política pública sanitaria. El sistema de salud no puede dividirse entre lo regulado y lo improvisado”, añadió.
Surillo recordó que la Ley 194-2000, Carta de Derechos y Responsabilidades del Paciente, en su Artículo 11(e), reconoce el derecho de todo ciudadano a recibir servicios de salud “de la más alta calidad, consistentes con los principios generalmente aceptados de la práctica de la medicina”. Además, citó el Artículo II, Sección 1 de la Constitución de Puerto Rico, que establece que “la dignidad del ser humano es inviolable”.
“Permitir la realización de pruebas clínicas sin supervisión profesional no solo contradice la ley, sino que atenta contra la dignidad del paciente. La salud no puede verse como un experimento ni como un negocio; es un derecho que exige responsabilidad y competencia”, afirmó.
El Colegio aclaró que no existe escasez de tecnólogos médicos ni limitaciones para realizar pruebas de VIH o ITS en la Isla. Por ello, propuso alternativas más seguras que no comprometan el marco legal ni la calidad diagnóstica.
Entre las recomendaciones que se incluyeron está fortalecer los programas de ferias de salud comunitarias en coordinación con laboratorios certificados, ampliar la colaboración con universidades, municipios y entidades sin fines de lucro para ofrecer pruebas gratuitas con supervisión profesional y desarrollar campañas de educación y orientación pública, integrando la pericia de los tecnólogos médicos.
“Los tecnólogos médicos estamos dispuestos a colaborar en todo esfuerzo que promueva la prevención y el diagnóstico temprano, siempre que se haga dentro del marco ético, legal y profesional que protege al paciente. La salud pública debe ser ampliada, pero jamás degradada”, puntualizó Surillo.
El CTMPR hizo un llamado a la Comisión de Salud de la Cámara de Representantes para que emita un informe negativo sobre el PC 874 y promueva un diálogo técnico-científico antes de alterar los procesos regulatorios existentes.









