Un recién nacido con ectopia cordis torácica, una rara malformación en la que el corazón se desarrolla fuera del tórax, logró sobrevivir tras una exitosa cirugía reconstructiva realizada en un hospital de tercer nivel.
El bebé fue trasladado cinco días después de su nacimiento para recibir manejo especializado del defecto congénito de la pared torácica. Su madre, primigrávida, había recibido atención prenatal en un pequeño pueblo de un país vecino, y el parto ocurrió por vía vaginal a las 40 semanas de gestación. No se registraban antecedentes familiares de anomalías congénitas.
Durante el examen físico, los médicos observaron la ausencia del cuerpo del esternón, lo que permitió que el corazón quedara completamente expuesto fuera del pecho. Además, el bebé presentaba diástasis de rectos y una hernia umbilical. Un ecocardiograma confirmó que el corazón era estructuralmente normal, aunque se identificó un conducto arterioso permeable (CAP).
La ectopia cordis torácica es una condición extremadamente infrecuente, caracterizada por la falta del pericardio parietal y defectos en el esternón, lo que permite la protrusión del corazón fuera de la cavidad torácica. En muchos casos se asocia con otras malformaciones, como paladar hendido, displasia esquelética o defectos diafragmáticos, lo que complica el pronóstico.
En este caso, el equipo quirúrgico realizó con éxito la ligadura del CAP, la reconstrucción de la pared torácica y la reparación de la hernia umbilical. El bebé fue dado de alta 30 días después de la operación.
En la evaluación de seguimiento a los seis meses, los médicos reportaron un desarrollo normal, un resultado excepcional para una condición que suele tener una alta mortalidad neonatal.
Este caso resalta la importancia del diagnóstico temprano, la atención multidisciplinaria y el acceso a centros especializados en el manejo de malformaciones congénitas complejas.
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