Un apagón general dejó sin electricidad a toda la isla de Puerto Rico este miércoles por la tarde, afectando a más de 1.4 millones de personas. El corte de energía se produjo tras la desconexión simultánea de todas las plantas generadoras, según confirmó la empresa Genera PR, responsable de su operación.
La distribuidora LUMA Energy, encargada del sistema de transmisión y distribución eléctrica, informó que el apagón comenzó alrededor de las 12:40 p. m., y que ningún hogar estaba recibiendo suministro eléctrico, a pesar de reportes preliminares que indicaban lo contrario. Al cierre del día, la red eléctrica aún no se había reactivado completamente, y las autoridades advirtieron que podría tomar varios días restaurar el servicio por completo.
La gobernadora Jenniffer González-Colón se encontraba fuera del país en un viaje personal cuando ocurrió la falla. A través de un mensaje en X (antes Twitter), indicó que se brindarán más detalles en cuanto se conozca la causa del apagón y el calendario estimado para la reactivación del sistema.
¿Cuánto tiempo puede un refrigerador conservar medicamentos sin electricidad?
Los apagones pueden ocurrir en cualquier momento y por diversas causas, como fallos técnicos o fenómenos meteorológicos extremos. Aunque en ocasiones es posible recibir una advertencia previa, muchas veces estas interrupciones llegan sin aviso.
Por eso, en lugares como centros médicos, clínicas y centros de vacunación, es esencial contar con protocolos claros y un procedimiento operativo estándar (POE) para actuar rápidamente en caso de corte eléctrico.
Uno de los aspectos más críticos durante una interrupción del suministro es el mantenimiento de la temperatura adecuada para medicamentos y vacunas que requieren refrigeración constante, como antibióticos, insulina y diversas vacunas. Estos productos deben mantenerse entre 2 °C y 8 °C desde su fabricación hasta su aplicación. Este sistema de conservación se conoce como la «cadena de frío».
Cuando ocurre un apagón, esta cadena puede romperse, lo que pone en riesgo la estabilidad y eficacia de los medicamentos. El aumento de temperatura en los refrigeradores puede provocar que los fármacos pierdan su potencia, resultando en un deterioro que los hace inservibles.
Esta situación, conocida como violación de la cadena de frío, puede derivar en la pérdida significativa de medicamentos y vacunas, generando consecuencias tanto médicas como económicas.
Qué hacer con los medicamentos durante un apagón inesperado
Algunos medicamentos, especialmente los que se presentan en forma líquida, requieren mantenerse refrigerados para conservar su efectividad. En caso de un corte de electricidad que se prolongue por más de 24 horas, se recomienda desechar cualquier fármaco que dependa de refrigeración, a menos que las indicaciones del empaque especifiquen lo contrario.
Si se trata de un medicamento esencial para la vida y no hay una alternativa inmediata, puede utilizarse temporalmente aunque haya estado fuera del refrigerador, pero sólo hasta conseguir una nueva provisión. También, es importante reemplazar estos medicamentos refrigerados tan pronto como sea posible para garantizar su seguridad y eficacia.
¿Cómo conservar sus medicamentos fríos durante un apagón?
En caso de pérdida de energía, evite abrir el refrigerador o congelador a menos que sea estrictamente necesario, ya que esto ayuda a mantener la temperatura interna estable. Dependiendo del tipo de compartimiento y si las puertas permanecen cerradas, estos equipos pueden conservar el frío entre 12 y 24 horas.
Si después de ese tiempo la electricidad no regresa, utilice bolsas de hielo del congelador y coloquelas en una hielera junto con tus medicamentos o vacunas. Esta solución puede mantener los fármacos en condiciones adecuadas por aproximadamente 48 horas, aunque después de ese periodo, la temperatura comenzará a subir gradualmente.
Cuando se acerque ese límite, es importante tomar acción. Lo ideal es que ya cuente con acceso a un refrigerador funcional, ya sea porque el servicio eléctrico fue restablecido o porque se haya trasladado a un lugar con suministro eléctrico, como la casa de un familiar o vecino.