La reciente celebración de un seminario en línea por la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH) ha puesto de relieve la importancia de la biología tumoral y los centros de referencia en el manejo de los linfomas cutáneos.
Estos tumores hematológicos, aunque poco frecuentes, son altamente heterogéneos, representando aproximadamente el 5% de todos los linfomas. En España, se diagnostican entre 240 y 480 casos anuales, con una incidencia estimada de 5 a 10 casos por millón de habitantes.
La micosis fungoide, un tipo de linfoma T, es la forma más común de linfoma cutáneo ya menudo presenta un pronóstico favorable en sus etapas iniciales. Sin embargo, alrededor del 25% de los casos pueden evolucionar a formas más avanzadas, donde el pronóstico es menos lento y se requiere un enfoque de tratamiento más específico.
El seminario subrayó el papel crucial de la citometría de flujo en el diagnóstico y seguimiento de estos pacientes, así como la necesidad de un manejo multidisciplinario para optimizar los resultados.
La Dra. Izaskun Zeberio, hematóloga del Hospital Universitario de Donostia, destacó que el futuro de la investigación en linfomas cutáneos debe centrarse en el estudio de la biología tumoral para entender mejor su evolución y desarrollar nuevos objetivos terapéuticos, como los anticuerpos, que ya han mostrado avances significativos.
Asimismo, la creación de centros de referencia especializados en linfoma cutáneo permitiría una mayor experiencia clínica, acelerando el diagnóstico, que actualmente puede tardar hasta tres años, y mejorando la posibilidad de segundas opiniones en casos complejos.
Progresar en el estudio de la biología de estos tumores «facilitará la creación de tratamientos enfocados en objetivos terapéuticos más efectivos y, posiblemente, con perfiles de seguridad mejorados», indicó la Dra. Zeberio a Medscape en español.