Apoyo psicosocial y avances en el tratamiento de la hepatitis C

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Dr. Jorge L. Santana-Bagur, Profesor Asociado de Medicina en la Facultad de Medicina de la Universidad de Puerto Rico. Foto: créditos al Fideicomiso de Salud Pública de Puerto Rico.

El Dr. Jorge L. Santana-Bagur, Profesor Asociado de Medicina en la Universidad de Puerto Rico y director del Grupo de Ensayos Clínicos sobre el SIDA (ACTU), ha destacado la importancia del apoyo psicosocial en pacientes con hepatitis C, resaltando que, aunque la enfermedad puede curarse en la mayoría de los casos, el impacto emocional y social sigue siendo significativo.

Según el Dr. Santana-Bagur, el apoyo psicológico juega un papel clave en el manejo del diagnóstico, ayudando a reducir la ansiedad que provoca la enfermedad. En Puerto Rico, una de las farmacéuticas involucradas en el desarrollo de tratamientos para la hepatitis C ha demostrado un compromiso real no solo brindando apoyo económico, sino también psicosocial.

La hepatitis C, a diferencia del VIH, tiene un tratamiento que puede curar al paciente en más del 97% de los casos, lo que marca una gran diferencia en el impacto psicológico. «El mero hecho de decirle al paciente que hay un tratamiento que lo puede curar disminuirá enormemente su ansiedad», comentó el Dr. Santana-Bagur, señalando que, en los pacientes con VIH, la incertidumbre respecto a una cura sigue presente, lo que genera una carga psicológica constante.

 Avances en el tratamiento 

En cuanto a los avances terapéuticos, el Dr. Santana-Bagur destacó que desde 2011, cuando se introdujeron los primeros medicamentos antivirales de acción directa, se ha logrado un progreso considerable en el tratamiento de la hepatitis C.

Hoy en día, existen múltiples fármacos altamente efectivos y bien tolerados, lo que ha permitido que muchos pacientes puedan ser tratados sin la necesidad de especialistas, biopsias hepáticas o seguimientos exhaustivos. En particular, señaló que algunos pacientes pueden seguir un tratamiento simplificado con mínimas visitas médicas, gracias a la seguridad y efectividad de los medicamentos actuales.

A pesar de estos avances, el Dr. Santana-Bagur reconoció que los ensayos clínicos en torno a la hepatitis C han disminuido, debido a la efectividad de los tratamientos existentes. Sin embargo, aún hay esfuerzos enfocados en desarrollar una vacuna, especialmente para regiones con recursos limitados y alta prevalencia de la enfermedad, como algunos países asiáticos. «Aunque no hay interés en nuevos antivirales, el desarrollo de una vacuna sigue siendo una prioridad para reducir la transmisión en comunidades vulnerables», comentó.

El futuro del manejo de la hepatitis C se centra en identificar a los pacientes, tratarlos a tiempo y evitar nuevas infecciones. A nivel mundial, los esfuerzos se dirigen hacia la erradicación de la enfermedad, ya que si el virus no circula en la comunidad, no puede seguir propagándose. «El objetivo es convertir la hepatitis C en una enfermedad rara», explicó el Dr. Santana-Bagur, sugiriendo que las herramientas actuales permiten soñar con un mundo en el que esta enfermedad deje de ser una amenaza significativa para la salud pública.

De esta forma, los avances en el tratamiento de la hepatitis C son impresionantes, el componente psicosocial sigue siendo crucial para asegurar que los pacientes no solo se curen esencialmente, sino que también puedan manejar el impacto emocional y social de la enfermedad.

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