El Síndrome de Dificultad Respiratoria Aguda (ARDS) fue descrito por primera vez durante los años de guerra, cuando los médicos observaban a pacientes con trauma severo que presentaban niveles muy bajos de oxígeno y radiografías de tórax con manchas difusas en ambos pulmones. “En aquel momento le decían shock lung, ahora le decimos ARDS”, explicó el Dr. Ricardo Fernández, especialista en medicina pulmonar y de cuidados críticos.
Con el paso de los años, la medicina ha logrado definir mejor este síndrome, que puede afectar tanto a adultos como a niños. Según el especialista, el ARDS ocurre después de un evento que genera una inflamación generalizada del cuerpo, como un trauma, una infección o una cirugía mayor. Esa respuesta inflamatoria afecta directamente los pulmones, destruyendo la barrera entre los alvéolos y los vasos sanguíneos, lo que provoca acumulación de líquido (edema pulmonar) y dificultad severa para oxigenar.
“El pulmón se llena de agua, se vuelve grande, pero a la vez se colapsa. El aire entra y no tiene para dónde coger. Estos pacientes definitivamente tienen hipoxemia”, señaló el Dr. Fernández.
Causas y factores de riesgo
El ARDS puede desarrollarse en pacientes con trauma, infecciones graves o incluso por inflamaciones aparentemente menores, como una celulitis. “Cualquier proceso inflamatorio en el cuerpo puede causar ARDS”, enfatizó el especialista.
Entre los factores de riesgo, mencionó:
- Edad avanzada.
- Enfermedades cardíacas, renales, hepáticas o pulmonares preexistentes.
- Estados de inmunosupresión o cáncer.
- Múltiples transfusiones de sangre.
- Ventilación mecánica inapropiada con volúmenes excesivos.
También puede aparecer en pacientes con pancreatitis aguda o en adultos mayores con dificultad para tragar que aspiran contenido gástrico al pulmón, destacó el Dr. Ricardo Fernández.









