En los últimos años, el manejo del cáncer de próstata ha cambiado notablemente. Nuevos tratamientos, avances en imagenología, inteligencia artificial y hallazgos desde la ciencia básica están transformando no solo la forma en que se diagnostica y trata esta enfermedad, sino también cómo se entiende.
Así lo explica el Dr. Jaime Matta, catedrático e investigador principal en Ponce Health Sciences University (Puerto Rico), quien lleva más de una década enfocado en este tipo de cáncer.
Uno de los avances más relevantes ha sido el desarrollo de nuevos bloqueadores hormonales. Antes, los tratamientos se enfocaban principalmente en reducir la testosterona que producen los testículos, pero ahora existen medicamentos que también bloquean la producción de andrógenos desde otras partes del cuerpo, como las glándulas suprarrenales. “Esto ha marcado la diferencia, especialmente en pacientes con enfermedad avanzada”, explicó el Dr. Jaime Matta, quien destaca que con estos nuevos tratamientos “la sobrevida ha aumentado de forma significativa”.
Otro cambio importante ha sido la incorporación de nuevas tecnologías para obtener imágenes más precisas de la próstata. Hoy en día, la resonancia magnética multiparamétrica permite detectar lesiones sospechosas con mucha más claridad y hacer biopsias más específicas, lo que evita procedimientos innecesarios. Además, se ha comenzado a usar el PSMA, una proteína que se encuentra en células de cáncer de próstata, tanto para detectar metástasis pequeñas que antes no se veían como para aplicar tratamientos dirigidos con radiofármacos. “Aunque todavía no es una cura, el uso de PSMA está permitiendo prolongar la vida en pacientes que antes no tenían muchas opciones”, aseguró.
IA, genética y la falta de estudios con poblaciones hispanas
Otra herramienta que está tomando fuerza en este campo es la inteligencia artificial. “Ya hay algoritmos que nos permiten anticipar cómo se va a comportar el tumor o qué pacientes tienen más riesgo de que el cáncer regrese”, cuenta el Dr. Matta. Esta tecnología, combinada con datos clínicos y genéticos, abre la puerta a un tratamiento mucho más personalizado.
Desde su laboratorio, el equipo del Dr. Matta está desarrollando un análisis de sangre que permita detectar el riesgo de cáncer de próstata antes de que aparezcan los síntomas. Se basa en biomarcadores relacionados con cómo las células reparan el ADN. Sin embargo, alerta que la mayoría de las investigaciones actuales están hechas con poblaciones que no incluyen a los hispanos, lo que hace que muchos resultados no sean aplicables en nuestra región.
“Sabemos que los hombres con mayor ancestría africana tienen más riesgo de desarrollar un cáncer de próstata agresivo”, explica. En Puerto Rico, por ejemplo, la población tiene un promedio de 22 % de esta herencia genética, lo que hace aún más urgente contar con estudios enfocados en nuestras características particulares.Además, hay otros factores que influyen, como la obesidad, el síndrome metabólico y la resistencia a la insulina, que son muy comunes en poblaciones latinoamericanas y están asociados a un mayor riesgo de este tipo de cáncer. Para el doctor Matta, avanzar no solo implica tener mejores tecnologías, sino también garantizar el acceso a ellas, formar mejor a los médicos y asegurar que las investigaciones sean verdaderamente inclusivas.