Cáncer Colorrectal: El papel de la medicina primaria en la prevención

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Dr. Miguel Contreras, gastroenterólogo, especialista en endoscopia y pasado presidente de la Asociación de Gastroenterólogos de la República Dominicana.

El Dr. Miguel Contreras, gastroenterólogo, especialista en endoscopia y pasado presidente de la Asociación de Gastroenterólogos de la República Dominicana, destacó la importancia del médico primario en la lucha contra el cáncer colorrectal, una enfermedad que, aunque prevenible, sigue siendo un desafío en la región latinoamericana. Según el especialista, «el médico primario es sumamente importante porque es la persona que tiene el primer contacto con el paciente«.

Este primer contacto es esencial para sensibilizar al paciente sobre la necesidad de hacerse los exámenes de detección de cáncer colorrectal, como las colonoscopias. El Dr. Contreras señaló que «el médico primario es la persona que puede inducir a una educación para que el paciente sepa que ya siendo un adulto de 45 años o más, tanto hombre como mujer, ya es la fecha y la edad correcta para empezar el escrutinio«.

El médico primario no solo juega un papel educativo, sino que también debe identificar posibles síntomas de alarma, como «pérdida de peso inexplicada, cambios en el hábito intestinal o, más importante aún, la presencia de sangre en las heces». Estos signos deben ser tomados con seriedad y el paciente debe ser referido inmediatamente a un especialista para un escrutinio más detallado, como una colonoscopia.

La detección temprana de pólipos, que son los precursores del cáncer colorrectal, es fundamental. Como explicó el Dr. Contreras, «la detección temprana de esos pólipos pudiera modificar las estadísticas porque los pólipos pueden ser removibles, se pueden retirar en el momento en que todavía no llegan a producirse cambios profundos en la histología o en la celularidad de esos pólipos».

El Dr. Contreras también subrayó que, a nivel internacional, el protocolo estándar para la detección de cáncer colorrectal establece que la edad de inicio debe ser a los 45 años, una recomendación que ha cambiado recientemente, pues antes era a los 50 años. Esto se debe a un «pico de riesgo entre los 45 y los 75 años, que es el momento de mayor riesgo de toda persona adulta«.

En este sentido, el trabajo educativo para los médicos primarios es esencial. «El médico primario es un médico que debe estar al día de cuáles son las normativas internacionales y locales para llevar a cabo una medicina preventiva«, agregó el Dr. Contreras. Resaltó la importancia de que estos profesionales se mantengan informados y capacitados en la prevención y detección de enfermedades, lo que incluye las normas más recientes sobre la edad y los métodos de detección.
Este enfoque no solo debe centrarse en adultos, sino también en la formación de futuras generaciones de médicos que trabajen de forma integral con las familias. Como comentó el Dr. Contreras, «lo que queremos es que en las próximas generaciones todas estas enfermedades tengan una mejoría en cuanto a su prevención y a su prevalencia«.

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