La cirugía de espalda es una intervención médica compleja que se considera en situaciones específicas, cuando el dolor y las limitaciones físicas afectan gravemente la calidad de vida del paciente. El Dr. Fernando Medina González, ortopedista y cirujano de columna en la Fundación Cardioinfantil-LaCardio, explica los momentos en los que se debe recurrir a esta cirugía y el proceso que se sigue para garantizar una atención segura y efectiva.
La cirugía se lleva a cabo en dos tipos de situaciones principales:
1. Casos de urgencia: Estas son situaciones críticas, como fracturas de columna inestables o lesiones severas en la médula espinal. En estos casos, el objetivo es proteger la estructura de la columna y evitar mayores daños neurológicos.
2. Enfermedades degenerativas o deformidades crónicas: Cuando el desgaste de la columna se vuelve severo o hay deformidades crónicas, como escoliosis grave, la cirugía puede convertirse en una opción necesaria. Si el dolor persiste y se vuelve incapacitante a pesar de tratamientos conservadores (medicamentos, terapias y cuidados especiales), la intervención quirúrgica puede mejorar significativamente la calidad de vida del paciente.
Además, la cirugía puede ser recomendada en casos de discopatías con hernias discales, infecciones con abscesos en la médula espinal, o en niños con deformidades severas de columna.
El proceso de diagnóstico inicia cuando un paciente consulta por dolor o incomodidad en la espalda. Tras exámenes y estudios detallados, el médico evalúa la gravedad de la afección y determina si la cirugía es necesaria. Si no hay mejoría con tratamientos previos, se ofrece la opción de intervención quirúrgica.
Una vez que el paciente decide proceder, se realiza una preparación rigurosa que incluye exámenes prequirúrgicos y la autorización del procedimiento por parte de la aseguradora.
Proceso quirúrgico
Al llegar al centro hospitalario, el paciente es recibido por el equipo de enfermería y se realizan los trámites administrativos. La cirugía incluye una parada quirúrgica y la marcación del sitio operatorio antes de ingresar a la sala de cirugía, donde se encuentran el anestesiólogo, el personal de enfermería, la instrumentadora y los cirujanos.
La duración de la cirugía varía según el tipo de intervención:
– Correcciones de deformidades: 4 a 5 horas
– Cirugía de hernia discal: aproximadamente 1 hora
– Artrodesis (fusión de vértebras): alrededor de 1 hora y media
Cuidados postquirúrgicos
Los cuidados tras la cirugía son esenciales para una recuperación adecuada. La estancia hospitalaria puede ser de 1 a 5 días, y en casos de corrección de escoliosis, puede extenderse hasta una semana. El Dr. Medina recomienda que los pacientes lleguen en ayunas y mantengan una higiene adecuada en la zona a operar.
Recomendaciones posteriores
– Mantener la herida cubierta y limpia.
– Tomar los medicamentos recetados según indicaciones.
– Evitar ejercicios físicos intensos y actividades que impliquen largos periodos de pie.
La cirugía de espalda es una decisión que debe tomarse con una evaluación exhaustiva y bajo la guía de especialistas, asegurando un acompañamiento integral para el bienestar del paciente en cada etapa del proceso.