El cuidado del corazón es una gran responsabilidad que no se debe pasar por alto, especialmente si padeces enfermedades que afectan este órgano vital. Afortunadamente, los ataques cardíacos que provocan millones de muertes en el mundo, se pueden evitar y atender de forma segura.
Para reducir el riesgo de sufrir un ataque cardíaco o infarto, es importante que adoptes hábitos de vida saludables durante toda la vida y atiendas otros problemas de salud que puedan afectar seriamente al corazón, así lo afirma el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre.
Cambios en el estilo de vida
Modificar tus hábitos diarios puede marcar la diferencia entre una vida con riesgo y una vida plena. Para eso, es clave priorizar una alimentación rica en frutas, verduras y granos enteros, y limitar el consumo de alimentos grasos y salados.
Acciones como mantenerte activo a través del ejercicio físico, evitar fumar y buscar formas de manejar el estrés, pueden contribuir a mejorar tu salud en general y cuidar el funcionamiento del corazón.
En el caso de padecer una enfermedad crónica como la diabetes, enfermedad cardíaca o haber sufrido infecciones por virus y bacterias, la clave está en seguir el tratamiento médico para mantener en control estas afecciones.
Aunque existen algunos factores que no puedes cambiar como la edad y los antecedentes familiares de enfermedades cardíacas, aún puedes tomar medidas preventivas. Para eso es importante mantener una comunicación abierta con tu médico y seguir sus recomendaciones para mantener tu salud en óptimas condiciones.
Diagnóstico de un ataque cardíaco
Es importante mencionar que el diagnóstico temprano es clave en el tratamiento exitoso de un ataque cardíaco. Si presentas síntomas como dolor en el pecho, dificultad para respirar o sudoración excesiva, busca atención médica de inmediato.
Una vez te encuentres en un centro médico, los profesionales de salud realizarán pruebas para evaluar tu estado cardiovascular y te ofrecerán el tratamiento adecuado según sea necesario.
El hospital Mayo Clinic menciona que las pruebas de diagnóstico generalmente incluyen el control de la presión arterial, el pulso y la temperatura. Pero también pueden realizar un electrocardiograma, análisis de sangre, radiografía de tórax, ecocardiograma y tomografía computarizada.
Ante un ataque cardíaco es vital ser proactivo y actuar de inmediato para preservar la salud cardiovascular. Recuerda, que adoptar un estilo de vida más saludable te permitirá tener un corazón más fuerte y una vida más plena.
