El virus respiratorio sincitial (RSV) es un patógeno ampliamente conocido desde los años 50, responsable de infecciones en las vías respiratorias. Aunque puede afectar a personas de cualquier edad, su impacto es especialmente grave en niños pequeños, bebés prematuros y adultos mayores.
Según la Dra. Iris Cardona, pediatra, «el RSV puede manifestarse como un resfriado leve en algunos casos, pero también puede generar enfermedades respiratorias severas, sobre todo en los extremos de edad. En los niños menores de dos años, es la principal causa de hospitalización por enfermedades respiratorias». De hecho, se estima que más del 80% de los niños se infectan con RSV en su primer año de vida y casi todos lo habrán tenido antes de los dos años.
El diagnóstico de RSV se realiza a través de pruebas de antígenos de diagnóstico rápido en salas de emergencia y pruebas moleculares más avanzadas en casos graves. En los bebés, las muestras se toman de las secreciones nasales profundas, mientras que en adultos mayores que presentan complicaciones, las pruebas pueden requerir toma de muestras más invasivas.
Estrategias de prevención
Dado que no existe un tratamiento antiviral específico para el RSV, la prevención es clave. Actualmente, hay dos estrategias principales para proteger a las poblaciones más vulnerables:
- Vacuna materna: Se administra entre la semana 32 y 36 del embarazo, permitiendo que la madre transfiera anticuerpos protectores al bebé, los cuales le brindan inmunidad durante sus primeros cinco a seis meses de vida.
- Anticuerpos monoclonales: Para bebés que no recibieron protección materna, se dispone de un tratamiento inyectable que proporciona inmunidad pasiva. Existen dos tipos:
- Palivizumab: De corta duración, indicado principalmente para bebés prematuros con alto riesgo, requiriendo varias dosis.
- Nirsevimab: De larga duración, una sola dosis protege a los lactantes sanos durante cinco meses.
En adultos mayores, también está disponible una vacuna que ha mostrado eficacia en la prevención de complicaciones graves.
Retos en la implementación
Uno de los principales desafíos para la aplicación de estos tratamientos es su costo, debido a la complejidad de su producción. Sin embargo, su implementación es fundamental para reducir la carga hospitalaria y proteger a los grupos más vulnerables.
Dado que en Puerto Rico el RSV puede circular durante todo el año, con picos entre octubre y marzo, es esencial concienciar sobre la importancia de la prevención y las opciones disponibles para evitar complicaciones graves en la población infantil y en los adultos mayores.