“El 50 % de los casos de miocardiopatía hipertrófica tienen base genética”. Dr. Nieves

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Dr. Juan Nieves Rivera, cardiólogo especialista en cardiomiopatías y presidente de Puerto Rico Cardiology.

«La miocardiopatía hipertrófica tiene una fuerte base genética, con un 50% de los casos heredados de un familiar directo. Esto hace que la predisposición genética sea un factor clave en su desarrollo», así lo indicó el Dr. Juan Nieves Rivera, cardiólogo especialista en cardiomiopatías y presidente de Puerto Rico Cardiology, resalta la importancia de entender esta enfermedad debido a su impacto a corto y largo plazo.

La miocardiopatía hipertrófica (MCH) es una condición cardíaca compleja y potencialmente grave que afecta el músculo del corazón, caracterizada por un engrosamiento anormal de las paredes cardíacas. Este engrosamiento dificulta el flujo sanguíneo normal y puede llevar a una variedad de síntomas, desde leves hasta potencialmente fatales. 

Existen dos tipos principales de miocardiopatía hipertrófica: la obstructiva y la no obstructiva. En la forma obstructiva, el engrosamiento anormal del corazón interfiere con el flujo sanguíneo al distorsionar la válvula aórtica, provocando fatiga, dificultad para respirar y un riesgo elevado de muerte súbita. 

Por otro lado, los pacientes con la forma no obstructiva experimentan síntomas como dolor en el pecho, retención de líquidos, visitas frecuentes al hospital por falta de aire y una disminución general en la calidad de vida.

Factores de riesgo

Los factores de riesgo de la miocardiopatía hipertrófica incluyen:

  1. Historia familiar: Como se mencionó, la predisposición genética es uno de los principales factores de riesgo. Las personas con familiares diagnosticados tienen una mayor probabilidad de desarrollar la condición.
  2. Mutaciones genéticas: Ciertas mutaciones en genes que controlan las proteínas del músculo cardíaco pueden provocar el engrosamiento del corazón.
  3. Edad: Si bien puede aparecer a cualquier edad, los síntomas suelen manifestarse entre los 20 y 40 años.
  4. Hipertensión arterial: Aunque la miocardiopatía hipertrófica no siempre está asociada con la presión arterial alta, puede exacerbar los síntomas en quienes ya la padecen. 

El tratamiento de la MCH varía dependiendo de la severidad de los síntomas y si la forma es obstructiva o no. Algunas opciones incluyen el uso de medicamentos como betabloqueadores y bloqueadores de los canales de calcio para reducir los síntomas, junto con cirugía o procedimientos como la ablación septal para los casos graves.

El Dr. Nieves enfatiza la importancia de un diagnóstico temprano y un seguimiento regular, ya que las complicaciones a largo plazo, como insuficiencia cardíaca y arritmias, pueden ser mortales si no se tratan adecuadamente. 

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