La crisis de escasez de médicos en Puerto Rico se vuelve más crítica a medida que se acerca la jubilación de un número significativo de profesionales de la salud, lo que plantea serias preocupaciones sobre la capacidad del sistema de atención médica para atender a la población de la isla.
Según un reciente estudio realizado por Puerto Rico Medical Defense Insurance Co. (PRMD) en colaboración con Faro, LLC, se estima que más del 40% de los médicos en especialidades vitales como pediatría, cardiología, dermatología y ginecología superarán los 65 años de edad en los próximos tres años.
El estudio revela que, en el ámbito pediátrico, 503 médicos se encuentran en la frágil etapa de la jubilación. Esta cifra se vuelve alarmante, ya que la isla enfrenta una creciente necesidad de pediatras, especialmente en un contexto donde la salud infantil es una prioridad. Otros especialistas que también se acercan a la jubilación incluyen a 257 ginecólogos, 243 psiquiatras y 151 cirujanos, entre otros.
La reducción en el número de médicos activos en Puerto Rico es un tema que ha generado preocupación entre los ciudadanos y las autoridades de salud. A pesar de los esfuerzos para atraer nuevos profesionales, muchos jóvenes médicos optan por ejercer en el extranjero, buscando mejores condiciones laborales y estabilidad económica. Esto ha dejado a la isla con una brecha significativa en la atención médica.
La situación se agrava en especialidades críticas. Por ejemplo, en la especialidad de cardiología, 146 médicos están cerca de la jubilación, mientras que en oftalmología, 132 se encuentran en la misma posición. La falta de recursos y el éxodo de profesionales de la salud han llevado a una disminución en la calidad de la atención médica que reciben los puertorriqueños.
Con la creciente preocupación por el bienestar de la población, es esencial que el gobierno y las entidades de salud implementen estrategias efectivas para retener a los médicos en la isla y atraer a nuevos talentos. De no hacerlo, la escasez de médicos y la inminente jubilación de especialistas podría tener graves repercusiones en la salud pública de Puerto Rico.
En un contexto donde la salud de la población es primordial, pone en riesgo el bienestar de los puertorriqueños y subraya la urgencia de implementar estrategias efectivas que puedan abordar y mitigar esta preocupante crisis. La comunidad médica y los ciudadanos deben unirse para exigir soluciones que aborden esta crisis y garanticen un mejor futuro para todas las personas.