El Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de Estados Unidos (USPSTF, por sus siglas en inglés) emitió una nueva declaración en la que insta a los profesionales de la salud a realizar pruebas de detección de violencia de pareja (VPI) en mujeres en edad reproductiva, incluidas aquellas que están embarazadas o en el período posparto.
La recomendación se basa en evidencia que muestra que el cribado, junto con intervenciones multicomponentes, aporta un beneficio neto moderado para las personas afectadas.
La VPI, que puede incluir agresiones físicas, psicológicas y sexuales, afecta a millones de personas en el país y con frecuencia pasa inadvertida, provocando secuelas físicas y emocionales graves.
El informe subraya que la identificación temprana permite canalizar a las víctimas hacia programas de apoyo y tratamiento especializado, lo que puede reducir el riesgo de lesiones y mejorar la salud a largo plazo.
En cuanto al abuso y la negligencia hacia adultos mayores o personas vulnerables por parte de cuidadores o personas de confianza, el USPSTF concluyó que la evidencia disponible no es suficiente para determinar si el cribado sistemático ofrece más beneficios que riesgos.
En este grupo, los expertos señalan la necesidad de más investigaciones para establecer protocolos efectivos que permitan prevenir el maltrato y sus consecuencias.
“La Academia Estadounidense de Médicos de Familia apoya la recomendación de USPSTF de 2018. La Asociación Médica Estadounidense y la Academia Estadounidense de Neurología recomiendan realizar pruebas de detección rutinarias a todos los pacientes para detectar abuso y negligencia”, mencionan los autores en el informe.
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