Recientemente, la Dra. Leticia Hernández Dávila, endocrinóloga y expresidenta de la Sociedad Puertorriqueña de Endocrinología y Diabetología, comentó sobre un estudio reciente que analiza la prevalencia de condiciones tiroideas en personas vacunadas con la vacuna de mRNA contra el COVID-19.
De acuerdo con la especialista, en este estudio retrospectivo, se evaluaron aproximadamente 2.3 millones de personas y se comparó la prevalencia de hipertiroidismo, hipotiroidismo y tiroiditis a los tres, seis, nueve y doce meses posteriores a la vacunación.
La Dra. Hernández Dávila destacó que “a los tres meses, se observa una reducción en la prevalencia de hipertiroidismo en los pacientes vacunados”, aunque mencionó que a los seis, nueve y doce meses, “se encuentra un aumento en la proporción de pacientes con hipotiroidismo o hipertiroidismo”.
No obstante, aclaró que “la proporción de pacientes que desarrollan hipotiroidismo es muy baja, siendo del 0.8% en los no vacunados y del 1% en los vacunados”.
Un aspecto crucial que la Dra. Hernández Dávila enfatizó es que “el estudio no evalúa si estos pacientes tuvieron infección o no por COVID-19, lo cual es un factor sumamente importante, ya que esto podría influir en el pequeño aumento de riesgo que sugiere el estudio”.
Además, destacó que “no se evaluó la existencia de anticuerpos en ambos grupos, lo cual es esencial, pues sabemos que la presencia de anticuerpos para enfermedades del tiroides puede aumentar la probabilidad de desarrollar una condición tiroidea tras una exposición».
La Dra. Hernández Dávila concluyó que “es fundamental no crear alarma sobre los hallazgos de este estudio, ya que simplemente puede servir como base para futuros estudios”.
También recordó que, como endocrinólogos, “evaluamos a nuestros pacientes según los síntomas y signos que presentan, y es a partir de ahí que determinamos si necesitan o no la evaluación de pruebas de función tiroidea como parte de su análisis clínico”.
El énfasis de la Dra. Leticia Hernández Dávila surgió ante la necesidad de aclarar el impacto de la percepción de los pacientes sobre los posibles efectos secundarios y los beneficios de la vacuna.