La fiebre de Oropouche es una enfermedad causada por orthobunyavirus endémica en la Amazonia brasileña, la cual ha sido la causa de muchas epidemias febriles. En 2024, una epidemia de fiebre de Oropouche se propagó en Brasil, con un total de 7930 casos notificados entre el 1 de enero y el 31 de agosto.
En un descubrimiento alarmante, investigadores en Brasil han identificado una posible transmisión vertical del virus Oropouche (OROV) en recién nacidos con microcefalia. En un estudio exhaustivo, se analizaron 68 muestras de 65 casos históricos de malformaciones congénitas y tres casos recientes de 2024, todos originarios de diez estados diferentes de Brasil.
De los casos históricos, solo tres dieron positivo para OROV, mientras que los tres casos de 2024 confirmaron la presencia del virus. Entre los casos positivos, predominaron las mujeres, con cinco casos, frente a un solo caso masculino.
La investigación reveló que no todos los patógenos fueron analizados en cada caso, y algunas muestras maternas no estaban disponibles para el estudio. Un recién nacido, identificado como caso 6, falleció a los 47 días de vida, y su tejido fue examinado utilizando técnicas de RT-PCR en tiempo real, histopatología y ensayos de inmunohistoquímica. Lamentablemente, otro recién nacido murió en 2016, pero no se dispuso de muestras postmortem para su análisis.
Los resultados mostraron que el OROV IgM fue detectado en todas las muestras de líquido cefalorraquídeo (LCR) y suero de los recién nacidos examinados. Además, cuatro de las cinco muestras de suero materno resultaron positivas para OROV IgM. Específicamente, en el caso 6, a la edad de 44 días, se encontró OROV en el LCR mediante PCR cuantitativa en tiempo real, aunque las muestras de suero del recién nacido y materno resultaron negativas.
El caso 6 presentó cambios significativos en el tejido cerebral, tanto macroscópicamente como a nivel microscópico, incluyendo daño necrótico y apoptótico en neuronas, microglia y astrocitos, así como vacuolización y atrofia tisular. Se detectó ARN de OROV en múltiples órganos del recién nacido, incluyendo el cerebro, los pulmones, los riñones, el LCR y el líquido pleural.
Los antígenos de OROV se encontraron en el sistema nervioso central (SNC), el hígado, los riñones, el corazón y los pulmones, principalmente en neuronas y microglia, así como en células endoteliales, lo que sugiere la presencia de vasculitis.
Este estudio ha detectado IgM de OROV en seis de los 68 recién nacidos con microcefalia de causa desconocida. Uno de los bebés, que lamentablemente falleció, tenía ARN y antígeno de OROV en varios tejidos, incluido el cerebro. Estos hallazgos son cruciales para comprender mejor la patología del virus OROV y su impacto en la salud pública, especialmente en las poblaciones vulnerables como los recién nacidos.