“El brote de mpox continúa representando una emergencia de salud pública de importancia internacional”, señaló la OMS en un comunicado del 27 de febrero de 2025, tras revisar la evolución de la epidemia y las limitaciones para controlarla en zonas de conflicto como el este de la República Democrática del Congo.
La agencia recordó que la categoría de emergencia sanitaria internacional es la máxima alerta que puede emitir y se basa en la recomendación de expertos externos al director general. En este caso, se tuvo en cuenta el crecimiento sostenido de casos, su dispersión geográfica y los obstáculos logísticos derivados de la violencia armada que impide desplegar campañas efectivas de diagnóstico y vacunación.
El nuevo clado de mpox, denominado Ib, se concentra principalmente en la República Democrática del Congo, pero también ha generado brotes significativos en Uganda y Burundi. Asimismo, se han reportado casos relacionados con viajes en países tan distantes como Tailandia y el Reino Unido, lo que refuerza el riesgo de internacionalización.
Según cifras de la OMS, desde inicios de 2024 se han confirmado más de 21.000 casos y 70 muertes, la mayoría en África central. Además, hubo más de 50.000 casos sospechosos y más de 1.000 muertes en el mismo periodo, aunque la falta de capacidad diagnóstica limita la confirmación de laboratorio en varias regiones.
La mpox es una infección viral transmitida por contacto estrecho que provoca fiebre, síntomas similares a la gripe y lesiones cutáneas pustulosas. Aunque en la mayoría de los casos es autolimitada, puede ser grave e incluso mortal, especialmente en niños y personas inmunocomprometidas.
El brote actual recuerda que, pese a los avances en vacunación y vigilancia desde la emergencia global de 2022-2023, el virus sigue representando una amenaza de salud pública. Para los expertos, reforzar la cooperación internacional, ampliar la disponibilidad de vacunas y garantizar acceso a diagnóstico rápido son pasos urgentes para contener la expansión.
En conclusión, mientras la mpox mantenga transmisión sostenida y potencial de internacionalización, seguirá bajo el nivel máximo de alerta de la OMS, exigiendo a los países no bajar la guardia frente a esta amenaza emergente.
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