El Linfoma difuso de células B grandes (LDCBG) es el tipo más común de linfoma no Hodgkin en adultos. La quimioterapia es el tratamiento estándar para esta enfermedad. Después de la quimioterapia, las imágenes PET/CT son una herramienta esencial para evaluar la respuesta del paciente al tratamiento.
Sin embargo, a veces surgen dudas sobre si el tratamiento fue exitoso, especialmente cuando se encuentran ganglios linfáticos hiperactivos en áreas de difícil acceso.
Laparoscopia: Una esperanza para los pacientes con linfoma
Un estudio reciente ha destacado el papel crucial de la laparoscopia como una técnica diagnóstica prometedora para pacientes con linfoma difuso de células B grandes (LDCBG) que presentan ganglios linfáticos retroperitoneales metabólicamente activos después de la quimioterapia. Estos ganglios, que muestran una elevada captación de FDG en las exploraciones PET/CT, a menudo plantean un dilema diagnóstico.
La biopsia con aguja gruesa (BGC), una técnica comúnmente utilizada, a menudo no es concluyente para las lesiones ubicadas en la parte posterior del abdomen (retroperitoneo) debido a sus limitaciones técnicas.
Resultados del estudio
El informe del caso evaluó a 5 pacientes con LDCBG que, después de completar la quimioterapia, tenían ganglios linfáticos retroperitoneales metabólicamente activos. Los pacientes fueron sometidos a una escisión laparoscópica (extirpación quirúrgica) de estos ganglios linfáticos.
El procedimiento fue técnicamente exitoso en todos los pacientes, permitiendo la obtención de muestras de tejido adecuadas sin complicaciones. La evaluación histopatológica de las muestras reveló un hallazgo crucial:
- 1 caso: Linfoma residual. Esto significa que algunas células cancerosas permanecieron después del tratamiento.
- 4 casos: Cambios benignos. Esto indica que los ganglios linfáticos, a pesar de estar metabólicamente activos, no contenían células cancerosas.
Estos hallazgos proporcionaron la claridad necesaria para que los médicos tomaran decisiones de tratamiento informadas, adaptando la terapia según el resultado patológico de cada paciente.
El futuro del diagnóstico en el linfoma
El estudio concluye que la escisión laparoscópica es un enfoque técnicamente factible y con solidez diagnóstica. Ofrece una capacidad superior para obtener tejido en comparación con las biopsias percutáneas, que son menos fiables para estas lesiones.
Al proporcionar evidencia patológica esencial, la laparoscopia puede guiar las estrategias de tratamiento y evitar la intensificación innecesaria de la terapia en pacientes que no tienen enfermedad residual.
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