En el marco de la 3ra Cumbre de Hepatitis C de VOCESPR, Miriam Ramos, epidemióloga principal del Departamento de Salud de Puerto Rico ofreció una actualización sobre la situación de la hepatitis C en la isla, resaltando avances en la vigilancia epidemiológica y nuevas estrategias de tratamiento y prevención, especialmente dirigidas a grupos de alto riesgo.
Según datos del sistema de vigilancia que el Departamento de Salud implementó en 2021, para este año 2025 se han reportado 1,528 casos de hepatitis C. Ramos explicó que esta cifra representa un posible aumento en la detección, producto de las nuevas regulaciones que exigen pruebas de hepatitis como parte del seguimiento anual de salud de los pacientes.
“Desde el 2021 hemos tenido en promedio entre 4300 a 4600 casos anuales, pero entendemos que el aumento en los casos reportados no es negativo; al contrario, refleja que estamos identificando a más personas y conectándolas con tratamiento”, indicó la experta.
La hepatitis C es una enfermedad viral que, si no se trata, puede avanzar a cirrosis hepática y otras complicaciones graves. Sin embargo, es una condición curable, y por eso la detección temprana es clave. “A nivel mundial, se estima que el 70% de los casos existentes no tienen diagnóstico. Si no se identifican, se agravan”, alertó Ramos.
Los datos más recientes muestran que siete de cada diez casos detectados en Puerto Rico son en hombres, y más del 50% ocurre en personas entre 45 y 65 años. Entre los factores de riesgo predominantes figuran el uso de drogas intravenosas (40%), el historial de encarcelamiento (12%) y las relaciones sexuales sin protección (8%).
“Una de las barreras más grandes para el diagnóstico oportuno es el desconocimiento. Muchos casos no presentan síntomas, por lo tanto, si la persona no tiene información, no se hace la prueba”, enfatizó la epidemióloga. La recomendación del Departamento es que toda persona se realice la prueba al menos una vez en su vida, y con mayor frecuencia si pertenece a un grupo de riesgo.
La experta también destacó los avances tecnológicos impulsados tras la pandemia de COVID-19, que facilitaron la creación de una infraestructura robusta para el reporte electrónico de enfermedades.
“El COVID nos dejó el legado del BioPortal. Gracias a eso, ahora podemos recibir datos en tiempo real. La orden administrativa establece que todo laboratorio debe reportar electrónicamente al Departamento de Salud, y esa transición sigue en curso con una extensión hasta septiembre de 2025”, detalló.
En cuanto a la geografía de la enfermedad, la región metropolitana lidera con el 20% de los casos, seguida por Caguas y Bayamón. Aunque esta distribución responde en parte al tamaño poblacional, también refleja un mejor acceso a pruebas y tratamientos en esas zonas.
Uno de los proyectos más relevantes que se presentará este lunes 19 de mayo está enfocado en la población correccional de Puerto Rico, uno de los grupos con mayor riesgo de contagio. “Vamos a lanzar un proyecto interagencial, liderado por el secretario de Salud, Dr. Víctor Ramos, en colaboración con el Departamento de Corrección y otras instituciones. La meta es iniciar la ruta hacia la eliminación de hepatitis C en cárceles, con una partida presupuestaria inicial de $21 millones”, anunció.
La epidemióloga enfatizó que el esfuerzo para erradicar la hepatitis C no es responsabilidad exclusiva del gobierno. “La salud pública se construye entre todos. El sector privado, los proveedores de salud y la ciudadanía tienen un rol clave. Por eso exhortamos a que este compromiso sea respaldado también por nuestros líderes en la legislatura”, concluyó.
La esperanza del Departamento de Salud es reducir la tasa actual de incidencia, 27.3 por cada 100,000 habitantes, a menos de 3. “Estamos en un buen momento para actuar. Tenemos el conocimiento, los datos, las herramientas, y ahora necesitamos el respaldo presupuestario para convertir los planes en acción”, sentenció Ramos.