Una investigación publicada en The Lancet estima más de 14 millones de muertes adicionales si se mantienen los recortes a USAID anunciados en EE. UU.
Un nuevo estudio internacional alerta sobre el grave impacto que tendrían los recortes a la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) en la salud mundial. Según la investigación publicada en The Lancet, si se mantiene la reducción del 83 % en la financiación de estos programas, podrían producirse más de 14 millones de muertes adicionales antes de 2030, incluyendo 4,5 millones de niños menores de cinco años.
91 millones de vidas salvadas, hoy en riesgo
Entre 2001 y 2021, la inversión de USAID ayudó a evitar 91 millones de muertes en países de ingresos bajos y medios, gracias al apoyo a programas clave en salud, nutrición, educación y agua potable. Esta financiación se asoció con una reducción del 15 % en la mortalidad general y del 32 % en la mortalidad infantil.
Los efectos más marcados se vieron en enfermedades como: VIH/sida (−74 %), malaria (−53 %) y enfermedades tropicales desatendidas (−51 %).
El análisis fue liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), en colaboración con universidades e instituciones de EE. UU., Brasil y Mozambique. El equipo analizó datos de 133 países, evaluando el impacto entre 2001 y 2021 y modelando dos escenarios hasta 2030: mantener la financiación o aplicar los recortes propuestos.
En el escenario más pesimista, las simulaciones indican un retroceso similar al impacto de una pandemia global o un gran conflicto armado, según Davide Rasella, coordinador del estudio.
Efecto dominó y amenaza al desarrollo
Además del impacto directo en la salud, los recortes podrían generar un efecto dominó en la financiación global, debilitando el compromiso de otros donantes internacionales. Esto afectaría programas esenciales para la seguridad alimentaria, educación, acceso al agua y resiliencia económica.
“Desde nuestra experiencia, hemos visto cómo USAID ha fortalecido los sistemas de salud locales. Recortar ahora esa financiación pone en peligro vidas e infraestructuras críticas”, afirmó Francisco Saúte, del Centro de Investigación en Salud de Manhiça (CISM).
Según James Macinko, profesor de la UCLA y coautor del estudio, cada ciudadano estadounidense aporta apenas 17 centavos diarios a USAID: “Una contribución mínima que salva millones de vidas”.
Este informe se publica en un momento clave, en medio de la 4ª Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo. Los autores hacen un llamado a gobiernos e instituciones para proteger y aumentar el financiamiento internacional, si se quiere cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y evitar un retroceso devastador en salud global.
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