Retraso en el crecimiento de los niños es una señal silenciosa de la enfermedad de Crohn

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Dr. Antonio del Valle, gastroenterólogo pediátrico.

En el marco del Día Mundial de las Enfermedades Inflamatorias Intestinales, expertos en salud se han dado cita para promover la concienciación sobre estas condiciones crónicas que afectan a millones de personas en todo el mundo, incluyendo a niños y adolescentes. 

El doctor Antonio del Valle, reconocido gastroenterólogo pediátrico, compartió su conocimiento en torno a estas enfermedades que, aunque silenciosas, tienen un fuerte impacto en la vida de los pacientes. 

Las enfermedades inflamatorias intestinales (EII) más frecuentes en la población pediátrica son la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. Según explicó el Dr. del Valle, “los síntomas más comunes son dolor abdominal, diarreas, mayor frecuencia de daño, ver sangre en las evacuaciones”.  

No obstante, hay manifestaciones menos evidentes, como el retraso en el crecimiento. “Un síntoma importante de la enfermedad de Crohn que es difícil de percibir es el fallo en el crecimiento. Algunos niños no están creciendo bien y esa puede ser la primera manifestación”, advirtió.

Diagnóstico más temprano y mayor conciencia

El especialista aseguró que en la última década ha aumentado significativamente la detección de casos, lo cual se traduce en diagnósticos más tempranos. “Yo le diría, por lo menos en mi experiencia, en los últimos 10 años, el aumento en prevalencia, o sea la cantidad de pacientes nuevos que estamos viendo y la intensidad. Hay mayor conciencia de la gente”, comentó.

Además, destacó la importancia de actividades educativas y de sensibilización, que no solo alertan a la población general sino también a los profesionales de la salud primaria, facilitando así derivaciones más oportunas a especialistas.

Nuevas terapias transforman el tratamiento pediátrico

En cuanto a los avances médicos, el Dr. del Valle resaltó que los tratamientos han evolucionado de forma significativa. “Hoy tenemos más herramientas, me refiero a medicamentos que nos permiten controlar la inflamación y evitar cirugía”, explicó.

Entre estos tratamientos se destacan los agentes biológicos y los llamados “agentes de molécula pequeña”, medicamentos orales que han demostrado una efectividad comparable a las terapias inyectables. Aunque aún no todos están aprobados oficialmente para su uso en niños, el doctor indicó que se están realizando investigaciones clínicas para validar su aplicación pediátrica. 

El especialista enfatizó la necesidad de un abordaje multidisciplinario para lograr un tratamiento eficaz. “Es importantísimo el rol de la nutricionista, el rol de psicólogos y psiquiatras. El impacto emocional tiene una influencia directa en las manifestaciones de la enfermedad”, señaló. Además, remarcó que el médico primario sigue siendo una pieza clave en el proceso de seguimiento de los pacientes.

El papel de la familia y la educación continua

El acompañamiento de la familia también se posiciona como un factor esencial. “Es instrumental”, dijo del Valle. Por ello, se desarrollan eventos como los simposios organizados por la Fundación Esther Torres A en Puerto Rico, orientados a educar tanto a familiares como a pacientes y profesionales.

El doctor compartió su visión sobre los avances futuros: “Vamos a tener más herramientas. Pero hay un bien importante: el avance en el análisis genético nos va a ayudar a definir a cada paciente mejor”. Con ello, se podrá identificar de forma anticipada el riesgo de complicaciones, como las fístulas en pacientes con Crohn, y ajustar los tratamientos de manera más personalizada.

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