Usar seda o hilo dental regularmente previene infartos, cardioembolias y hasta fibrilación atrial

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El uso regular de hilo dental no solo previene las caries y la enfermedad de las encías, sino que también puede reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares al disminuir la inflamación y la acumulación de bacterias en el torrente sanguíneo.

La salud bucal ha sido tradicionalmente asociada con la prevención de caries y enfermedades de las encías. Sin embargo, estudios recientes sugieren que mantener una higiene oral adecuada, en particular el uso del hilo dental, podría tener un impacto significativo en la prevención de enfermedades cardiovasculares, incluyendo el accidente cerebrovascular (ACV) y la fibrilación auricular (AFib), un tipo común de arritmia cardíaca.

Un vínculo estrecho entre la salud bucal y la salud cardiovascular

De acuerdo con un estudio presentado en la Conferencia Internacional de Accidentes Cerebrovasculares de la American Stroke Association en 2025, el uso regular del hilo dental está relacionado con una reducción significativa del riesgo de ACV causado por coágulos sanguíneos y de AFib. Esta investigación se basó en datos del estudio Atherosclerosis Risk in Communities (ARIC), que analizó hábitos de higiene oral en más de 6,000 personas a lo largo de 25 años.

Los resultados revelaron que el uso frecuente del hilo dental estaba asociado con:

  • 22% menos riesgo de ACV isquémico, que ocurre cuando un coágulo bloquea el flujo sanguíneo hacia el cerebro.
  • 44% menos riesgo de ACV cardioembólico, causado por coágulos provenientes del corazón.
  • 12% menos riesgo de fibrilación auricular, una afección que puede llevar a ACV y otros problemas cardíacos.

Mecanismos detrás de esta relación

La conexión entre la salud bucal y la salud cardiovascular radica en la inflamación. Las enfermedades de las encías, como la periodontitis, pueden generar una respuesta inflamatoria crónica en el cuerpo. Esta inflamación afecta los vasos sanguíneos y puede contribuir a la arterioesclerosis (endurecimiento de las arterias), aumentando el riesgo de coágulos y problemas cardíacos.

Además, la mala salud bucal también puede facilitar la entrada de bacterias en el torrente sanguíneo, lo que podría afectar la función cardiovascular y provocar alteraciones en el ritmo cardíaco.

Hilo o seda dental: Un hábito sencillo con grandes beneficios

Si bien el cepillado es una práctica esencial en la higiene oral, el uso del hilo dental cumple un papel fundamental al eliminar la placa y los residuos de comida entre los dientes y a lo largo de la línea de las encías. Su utilización regular no solo previene la caries y la enfermedad periodontal, sino que también podría reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

El hilo dental es una herramienta accesible y económica, lo que lo convierte en una opción viable para la mayoría de las personas. Incorporarlo en la rutina de higiene oral podría ser un paso simple pero crucial para la prevención de problemas de salud más graves.

Limitaciones del estudio y futuras Investigaciones

Si bien los hallazgos son prometedores, es importante reconocer que el estudio se basó en cuestionarios sobre hábitos de higiene oral y no incluyó un seguimiento continuo de estas prácticas. Además, otros factores como la alimentación y la actividad física podrían haber influido en los resultados.

Los investigadores sugieren que futuras investigaciones podrían explorar más a fondo la relación entre la higiene oral y las enfermedades cardiovasculares. De confirmarse estos hallazgos, la salud bucal podría ser incorporada como un factor clave dentro de las estrategias de prevención de ACV y enfermedades del corazón.

¡Cuida tu corazón desde la boca!

El uso del hilo dental no solo es una práctica recomendable para mantener una buena salud bucal, sino que también podría ser una estrategia eficaz para reducir el riesgo de ACV y alteraciones del ritmo cardíaco. Dado su bajo costo y fácil acceso, es una medida preventiva que cualquier persona puede adoptar en su vida diaria.

Cuidar nuestra salud bucal podría ser una manera sencilla y efectiva de proteger también nuestro corazón y cerebro.

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