En la ciudad de Tuxtepec, Oaxaca, en Mexico, una pequeña llamada Zuri Shaday Mendoza Palacios conmueve a toda la comunidad de internet con su valiente lucha contra el lupus eritematoso, una enfermedad crónica que amenaza su vida. A sus escasos ocho años, Zuri redactó una carta a los Reyes Magos donde no pidió juguetes ni dulces, sino algo mucho más profundo y desgarrador: “Reyes Magos, les pido salud, no quiero morir”.
Una lucha diaria contra el lupus eritematoso sistémico
El lupus eritematoso es una enfermedad autoinmune que hace que el sistema inmunitario ataque los órganos y tejidos del propio cuerpo. En el caso de Zuri, esta condición ha afectado gravemente sus riñones y pulmones, que ya funcionan solo al 60% de su capacidad. Esta situación la ha obligado a llevar una vida completamente diferente a la de otros niños de su edad.
“Casi no juego porque no puedo mover mucho mi cuerpo, pero me gustan los minions y me gustaría viajar a los Estados Unidos, porque allá podrían quitarme lo que yo tengo,” comenta Zuri con una madurez que sobrecoge a Telediario. Aunque disfruta las matemáticas y la natación —una actividad que le ayuda a mantener algo de movilidad—, su vida está marcada por el uso constante de cubrebocas y un andar lento debido a la debilidad física.
La realidad económica de su familia ha sido golpeada duramente por la enfermedad
La madre de Zuri, Karina Palacios Reyes, enfrenta una batalla igual de difícil. Con gastos mensuales en medicinas que alcanzan los 4,000 pesos mexicanos, los recursos de la familia se han agotado. Este año, no hubo árbol de Navidad ni nacimiento en su hogar a causa de la difícil situación económica que atraviesan. En su lugar, Zuri dejó su carta en un altar que incluye una veladora y figuras religiosas. Karina confiesa que el costo de un posible tratamiento es abrumador, sobrepasando los casi 1.000 dólares por dosis: “Un doctor nos habló de una vacuna que podría mejorar el 90% del funcionamiento de los riñones de Zuri, pero cada dosis cuesta 21,000 pesos, y podrían necesitarse hasta tres dosis”.
La familia viaja mensualmente a la Ciudad de México para realizar estudios médicos. Este ritmo de vida ha llevado a Zuri a involucrarse en pequeños emprendimientos para contribuir a sus gastos. Ella revende donas de una empresa transnacional y elabora pulseras que vende a precios accesibles. “Quiero que me ayuden porque todavía estoy chiquita y quiero vivir la vida”, dice Zuri, apelando al corazón de quienes la escuchan.
El impacto físico y emocional del lupus es arrollador
El lupus no solo afecta los órganos principales de Zuri, también debilita sus huesos y genera dolores constantes en rodillas, brazos y codos. “Ella no puede correr ni brincar. Sus huesitos están débiles y siempre tiene dolores. A veces ni siquiera puede caminar bien”, explica su madre. Además de las complicaciones físicas, esta enfermedad limita su capacidad de socializar y jugar con otros niños, una situación que afecta profundamente su bienestar emocional.
La historia de Zuri ha movilizado a su comunidad. La dirección de su escuela primaria “Ing. Jorge L. Tamayo” y el comité de padres de familia han organizado donaciones para apoyar a la pequeña. La madre de Zuri también ha compartido un número de cuenta para quienes deseen ayudar a cubrir los costosos tratamientos: 4169 1607 2355 2734 a nombre de Karina Palacios Reyes, en BanCoppel, México.
Contexto médico y esperanza de ayudar a Zuri
El lupus eritematoso sistémico afecta principalmente a mujeres y suele diagnosticarse en la adolescencia o adultez temprana. Sin embargo, en casos pediátricos como el de Zuri, las complicaciones pueden ser más severas. Los avances médicos han permitido desarrollar tratamientos como las vacunas mencionadas por el médico de Zuri, pero el acceso a ellas sigue siendo limitado por su alto costo.
La historia de Zuri no solo subraya la importancia de la detección temprana y el acceso a tratamientos, sino también la necesidad de fortalecer los sistemas de salud pública para que familias como la suya no enfrenten solas este tipo de situaciones.
En su inocencia y valentía, Zuri ha dado una lección de esperanza y resiliencia. Su carta a los Reyes Magos es un recordatorio de que las necesidades más profundas de los niños no siempre están en los juguetes, sino en la posibilidad de vivir una vida plena y saludable. Su historia invita a la reflexión y a la acción solidaria, recordándonos que juntos podemos marcar la diferencia.
Si deseas ayudar a Zuri, puedes contribuir con donaciones o difundir su historia para que más personas conozcan su situación y se sumen a esta noble causa.