Tras la revocación del histórico fallo Roe vs. Wade en 2022, decenas de estados estadounidenses han implementado prohibiciones totales o severas restricciones al aborto. Sin embargo, datos recientes revelan que las tasas de interrupciones voluntarias del embarazo no han disminuido de manera significativa; por el contrario, en algunas zonas incluso han aumentado.
Un factor clave detrás de esta tendencia es el crecimiento de los servicios de aborto mediante telemedicina asincrónica en línea, especialmente aquellos amparados por las llamadas Leyes Shield (leyes de protección).
Estas normativas permiten que profesionales clínicos con licencia en EE. UU. envíen medicamentos abortivos por correo a pacientes que residen en estados donde el procedimiento está prohibido, garantizando protección legal frente a posibles demandas o sanciones.
Un análisis de 15 meses de datos de Aid Access, una organización sin fines de lucro pionera en este modelo de atención, muestra el alcance de esta práctica. El servicio ofrece medicamentos para el aborto a personas en los 50 estados y el Distrito de Columbia, utilizando las leyes de protección para atender a residentes en 24 estados con prohibiciones casi totales o restricciones de telemedicina.
En los estados donde el aborto por telemedicina sigue siendo legal, la organización opera sin necesidad de recurrir a estas protecciones.
Expertos señalan que este fenómeno está transformando el panorama del acceso al aborto en el país, desafiando las barreras geográficas y legislativas, y reconfigurando la manera en que las personas ejercen sus derechos reproductivos en un contexto legal cada vez más fragmentado.
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