“Las células Tph con capacidad de renovación podrían ser la raíz del problema”, afirmó Yuki Masuo, primer autor del estudio, al presentar un hallazgo que podría cambiar la comprensión de la artritis reumatoide (AR). Esta enfermedad autoinmune afecta a cerca de 18 millones de personas en el mundo y se caracteriza por inflamación crónica, dolor y deterioro articular, pero aproximadamente el 30 % de los pacientes no responde de forma adecuada a los tratamientos actuales.
Investigadores del Instituto ASHBi de la Universidad de Kioto identificaron, mediante secuenciación de ARN de una sola célula y transcriptómica espacial, dos tipos distintos de células T periféricas auxiliares (Tph) que desempeñan roles clave dentro de las articulaciones inflamadas. Las células Tph de tipo stem se alojan en “hubs inmunológicos” conocidos como estructuras linfoides terciarias, donde pueden autorrenovarse y activar células B.
En cambio, las células Tph efectoras se encuentran fuera de estos nichos, acompañadas por macrófagos y células T citotóxicas que promueven la inflamación. Los hallazgos sugieren que las células Tph stem-like podrían transformarse en efectoras, generando un flujo constante de células inflamatorias que perpetúa el daño articular, lo que explicaría la persistencia de la enfermedad incluso en pacientes bajo terapia.
“Gracias a estas tecnologías de análisis de vanguardia hemos desvelado una nueva dimensión de la respuesta inmune en las articulaciones afectadas por AR”, agregó Masuo. Este avance, publicado en Science Immunology el 15 de agosto de 2025, abre la puerta a nuevos enfoques terapéuticos enfocados en bloquear o modular estas células iniciadoras, con el potencial de interrumpir la cadena inflamatoria desde su origen y mejorar la calidad de vida de millones de personas.