Un nódulo de 6 mm en la mama reveló una metástasis renal poco común

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Este caso clínico recuerda a médicos y especialistas la importancia de mantener la vigilancia oncológica a largo plazo.

Un equipo de médicos reportó un inusual caso de metástasis mamaria de carcinoma de células renales (CCR), hallado seis años después de que una paciente fuera sometida a una nefrectomía radical. 

El estudio, encabezado por Aman Saswat Sahoo, estudiante de Medicina en la Universidad de Central Lancashire, resalta la importancia de un diagnóstico diferencial cuidadoso en pacientes con antecedentes oncológicos.

La paciente y la detección de la lesión

La paciente, una mujer de 54 años con antecedentes de CCR tratado mediante cirugía, acudía a controles regulares desde su intervención. Una tomografía computarizada de rutina reveló una pequeña lesión en la mama derecha, inicialmente de 4 mm. Posteriores estudios de mamografía y ultrasonido confirmaron un nódulo sólido de 6 mm, con apariencia benigna.

Sin embargo, una biopsia con aguja gruesa y pruebas de inmunohistoquímica aportaron la clave diagnóstica: el tejido dio positivo para los marcadores PAX8, CD10 y MNF116, confirmando la presencia de metástasis de carcinoma renal en la mama.

Tratamiento y hallazgos histopatológicos

La paciente fue sometida a una escisión local amplia de la lesión, sin cirugía axilar. El análisis posoperatorio mostró un tumor metastásico de 5 mm, bien delimitado y sin invasión vascular. No se identificaron signos de carcinoma mamario primario.

Aunque se discutió la posibilidad de un tratamiento sistémico, finalmente se decidió no intervenir más allá de la cirugía local, dado que la lesión se consideró un indicador de enfermedad metastásica pero no de progresión agresiva.

Un fenómeno clínico extremadamente raro

El CCR es conocido por su capacidad de propagarse por vía hematógena, aunque la metástasis en la mama es excepcional, con menos de 60 casos reportados en la literatura médica mundial. Este fenómeno puede ocurrir años después del tratamiento inicial, incluso tras periodos prolongados de aparente remisión.

Los autores explican que la diseminación suele producirse a través del torrente sanguíneo, pasando por la vena cava inferior, el corazón y los pulmones antes de alcanzar la glándula mamaria.

Este caso clínico recuerda a médicos y especialistas la importancia de mantener la vigilancia oncológica a largo plazo y de considerar diagnósticos alternativos ante lesiones mamarias en pacientes con antecedentes de carcinoma renal.

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