Mapeo 3D mejora la precisión y seguridad en los procedimientos electrocardiovasculares

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Dr. Ricardo Pérez, electrofisiólogo. Foto: PHL.

En el marco de la Conferencia Electrocardiovascular 2025, especialistas de todo Puerto Rico se reunieron para discutir los más recientes avances en diagnóstico, manejo y prevención de enfermedades cardiovasculares. Entre ellos, el doctor Ricardo Pérez, electrofisiólogo, destacó cómo la tecnología y la inteligencia artificial están transformando la práctica médica.

“La electrofisiología no es una especialidad nueva, pero las terapias que podemos ofrecer hoy a los pacientes han evolucionado significativamente”, explicó el Dr. Pérez. “Somos especialistas en las arritmias cardíacas, en los disturbios eléctricos del corazón, y contamos con más herramientas que nunca para tratarlas, ya sea con procedimientos o medicamentos”.

El especialista recordó que, aunque el electrocardiograma (ECG) continúa siendo el método diagnóstico principal, las herramientas modernas permiten un monitoreo más prolongado y preciso.

“Un ECG es como una foto de lo que hace el corazón por unos 10 segundos”, comparó. “Ahora tenemos monitores que amplían esa observación por 24 o 48 horas, incluso hasta tres años. Eso nos permite ver en detalle lo que ocurre con cada latido del corazón y detectar arritmias que antes podían pasar desapercibidas”.

Estas innovaciones no solo benefician a los cardiólogos, sino también a los médicos primarios, quienes son pieza clave en la detección y referidos oportunos.

“La comunicación y la educación son fundamentales. Mientras los médicos conozcan las herramientas que existen y vean los resultados positivos en sus pacientes, más podrán incorporarlas en su práctica”, enfatizó el especialista.

Entre las técnicas más avanzadas mencionadas por el Dr. Pérez se encuentra el mapeo tridimensional (3D mapping), que permite reconstruir la estructura cardíaca en tiempo real durante los procedimientos.

“El 3D mapping nos da una visión más precisa y segura. Las complicaciones disminuyen dramáticamente porque trabajamos con una imagen tridimensional del corazón. Eso se traduce en procedimientos más eficaces y seguros para los pacientes”, añadió.

Otro campo en crecimiento es el de la telemetría y la monitorización remota, que permite seguir la actividad cardíaca del paciente fuera del hospital. “Antes dependíamos de que el paciente llegara justo en el momento en que ocurría la arritmia. Ahora podemos monitorearlos en tiempo real, detectar eventos que ocurren en casa o en su rutina diaria y ajustar el tratamiento con mayor precisión”, explicó.

El doctor subrayó además la importancia de fortalecer la colaboración entre electrofisiólogos, cardiólogos y médicos primarios para mejorar los resultados clínicos.

“En Puerto Rico somos menos de 20 electrofisiólogos para toda la población. Por eso, la comunicación interdisciplinaria es esencial. Todos los profesionales de la salud debemos trabajar en equipo para lograr un diagnóstico y tratamiento más efectivo”, afirmó.

De cara al futuro, el Dr. Pérez es optimista sobre el rumbo de esta especialidad: “La electrofisiología sigue creciendo, y las tecnologías que se están desarrollando prometen aún más precisión y seguridad. Es emocionante ver cómo podemos seguir ofreciendo nuevas opciones a los pacientes que tanto lo necesitan”.

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