Un hombre de poco más de cincuenta años desarrolló una obstrucción aguda de la vía aérea tras presentar hematomas linguales y sublinguales asociados al uso de warfarina, un anticoagulante oral indicado tras un reemplazo de válvula mitral protésica.
El caso, reportado por el médico de urgencias Mohamed Darwish y sus colegas del Hospital Tawam en Abu Dhabi, pone de relieve una complicación poco frecuente pero potencialmente mortal de este tratamiento.
El paciente acudió al servicio de urgencias con inflamación cervical e intraoral, sialorrea sanguinolenta e incapacidad para hablar, síntomas que progresaron en dos días. Negó fiebre o disnea, pero su estado clínico se deterioró rápidamente, impidiéndole permanecer acostado.
Un año antes, el hombre había sido diagnosticado con fibrilación auricular secundaria a estenosis mitral grave y se había sometido a una cirugía de reemplazo valvular mitral protésico, tras lo cual fue tratado con warfarina.
La dosis del fármaco se incrementó hasta alcanzar un INR terapéutico entre 2,5 y 3,5. Sin embargo, al ingreso hospitalario, el paciente presentó un INR de 10, muy por encima del rango terapéutico, lo que explicaba su tendencia al sangrado.
Diagnóstico y manejo
En la exploración física, los médicos observaron equimosis extensas en el cuello, lengua inflamada y amoratada, y una oclusión casi completa de la hipofaringe visible en los estudios radiológicos y tomográficos. Ante la sospecha de una obstrucción inminente de las vías respiratorias, el equipo de otorrinolaringología decidió intervenir de forma inmediata.
Se administraron oxígeno de alto flujo, vitamina K intravenosa, concentrado de complejo protrombínico y cristaloides. Sin embargo, debido al rápido compromiso de la vía aérea, se realizó una traqueostomía de emergencia, decisión tomada por consenso de un equipo multidisciplinario que incluyó especialistas en urgencias, anestesiología y otorrinolaringología.
Tras la intervención, la inflamación disminuyó gradualmente y la traqueostomía fue retirada diez días después. El tratamiento anticoagulante se reinició con una dosis ajustada de warfarina (4 mg diarios) y enoxaparina terapéutica como puente.
Los autores subrayan que este caso resalta la importancia de vigilar estrechamente los niveles de INR en pacientes anticoagulados, así como de mantener una coordinación multidisciplinaria en situaciones críticas.
El caso demuestra que incluso tratamientos bien indicados, como la anticoagulación con warfarina, pueden tener complicaciones graves si los niveles terapéuticos se exceden, por lo que la supervisión clínica y de laboratorio es esencial.
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