En un esfuerzo por mejorar el acceso a los servicios de salud y la calidad de vida de la población en Puerto Rico, la Administración de Seguros de Salud (ASES) ha implementado una expansión crucial en la cobertura de vacunación para adultos a través del Plan Vital.
A partir del 1 de enero de 2023, los adultos de 19 años en adelante pueden acceder a las vacunas recomendadas sin necesidad de copago, un avance significativo para la salud pública en la isla.
La Licenciada Roxanna K. Rosario Serrano, directora ejecutiva de ASES, destacó en su reciente ponencia que esta expansión beneficia a una porción considerable de la población puertorriqueña.
Aproximadamente 1.5 millones de personas están cubiertas por el Plan Vital, de las cuales 1.3 millones están directamente afiliadas, y unas 300,000 pertenecen a la población de Medicaid que también está cubierta bajo un seguro médico Medicaid Medicare Advantage, debido a su edad de 65 años o más.
«Durante mucho tiempo, la población adulta del Plan Vital no tenía acceso a la cobertura de vacunación», explicó la Lcda. Serrano. «Con esta expansión, ahora todos los adultos, incluyendo aquellos con condiciones crónicas o inmunocomprometidos, pueden acceder a las vacunas sin copago, lo cual es un cambio monumental en términos de acceso y prevención en salud».
Cómo acceder a la vacunación
La Lcda. Serrano mencionó que los beneficiarios del Plan Vital pueden acceder a las vacunas a través de proveedores médicos y farmacias certificadas por el Departamento de Salud de Puerto Rico. Los beneficiarios no necesitan una orden médica ni un endoso de su médico primario, y podrán recibir las vacunas sin ningún costo.
También, indicó que las personas interesadas pueden consultar la lista de vacunas cubiertas en el sitio web oficial de ASES (www.ases.pr.gov). Este esfuerzo conjunto se enfoca en brindar acceso universal a las vacunas, reforzando la prevención y protegiendo la salud de millones de puertorriqueños.
La eliminación de copagos para la vacunación de adultos a través del Plan Vital representa un hecho importante en la estrategia de salud pública de Puerto Rico, garantizando que una mayor proporción de la población esté protegida contra enfermedades prevenibles.