Puerto Rico enfrenta una crisis silenciosa pero persistente: el asma. En panel de ‘Respira Salud: Hablemos del Asma’ del Fideicomiso de Salud Pública de Puerto Rico, especialistas en neumología y salud comunitaria advierten sobre una combinación peligrosa de factores ambientales, falta de acceso a diagnóstico adecuado y escasa educación sobre la condición, que afecta especialmente a los niños en la isla.
El Dr. Wilfredo de Jesús Rojas, neumólogo pediátrico, fue enfático al señalar que “Puerto Rico se considera uno de los lugares con mayor incidencia y prevalencia de asma a nivel mundial”.
Además de esta alta prevalencia, el especialista señaló que el país carece de herramientas diagnósticas efectivas: “Muchas veces están más dirigidas al neumólogo pediátrico”, lo que limita el diagnóstico temprano. Esta falta de recursos se agrava por la escasez de especialistas. “El especialista en neumología pediátrica está, como decimos, en peligro de extinción… existen menos de 20 neumólogos para 150.000 niños”, alertó.
El ambiente como detonante invisible
El Dr. Benjamin Bolaños Rosero, director de las estaciones aerobiológicas de San Juan y Caguas, explicó el impacto directo del ambiente en la salud respiratoria. “El ácaro, los hongos, las mascotas, los pólenes, los ratones, los insectos, la contaminación ambiental… son factores importantes”, mencionó como principales alérgenos.
Los hongos siguen un patrón estacional determinado por la precipitación: “Siempre ocurre en los meses de mayo… y en septiembre, octubre y noviembre”, señaló el experto.
Incluso zonas como Mayagüez y la Cordillera Central presentan niveles elevados de esporas, y tras eventos extremos como el huracán María, se alcanzaron “récords de esporas jamás vistos en los 20 años de estudio”, añadió.
Educación como herramienta vital
El Dr. Jean-Pierre Llanos, también neumólogo pediátrico, señaló que muchos pacientes se acostumbran a vivir con síntomas sin entender que no es normal. “El paciente va a acostumbrarse a sus síntomas y recalibrar lo que es la normalidad de la vida”, dijo
La Dra. Mirelys Valentín López, Promotora de Salud, recordó que el asma “afecta cosas cotidianas como dormir, caminar, hacer actividad física o ir a la escuela”, y enfatizó su impacto económico: “También afecta al cuidador, planes médicos y hospitalizaciones. Es un alto costo”.
Prevención, diagnóstico integral y acción comunitaria
La prevención de crisis asmáticas debe considerar el entorno del paciente. Las infecciones respiratorias, son las principales causantes de crisis asmáticas.
Por otro lado, nuevas investigaciones relacionan los niveles de esporas de hongo con virus respiratorios como la influenza y el COVID. “Estamos viendo esa relación que hay entre las esporas de hongo y los virus respiratorios”, señaló el Dr. Bolaños. También advirtió sobre el Aspergillus, un hongo con alto potencial inflamatorio que proliferó en casas inundadas tras el huracán María.
Un enfoque integral: medicina, educación y comunidad
El manejo del asma en Puerto Rico enfrenta barreras estructurales como la falta de educación a pacientes, cuidadores y personal escolar, acceso limitado a medicamentos y equipos, comorbilidades no tratadas, y restricciones impuestas por los planes médicos.
Los expertos concluyeron en que el manejo del asma requiere un enfoque multidisciplinario y un esfuerzo comunitario. Es necesario adaptar tratamientos a las realidades de vida de cada paciente: “Identificamos personas alérgicas al gato y no quieren eliminar al gato, es parte de la familia…”, dijo el Dr. Llanos, quien reconoció los límites prácticos de las recomendaciones médicas.
Sin embargo, soluciones accesibles sí existen. “Puedes poner los peluches dentro de una bolsita y ponerlos por 24 o 48 horas dentro del freezer”, sugirió la Dra. Mirelys como estrategia para eliminar ácaros. También recomendó usar el aire acondicionado en modo “dry” para reducir humedad sin aumentar el consumo energético.