La enfermedad de Hashimoto es un trastorno del sistema inmune que afecta la tiroides, una pequeña glándula en forma de mariposa que tenemos en la base de nuestro cuello y desempeña un papel importante en la producción de hormonas.
Aunque al principio no genera ningún síntoma, esta enfermedad provoca una inflamación crónica de la tiroides y, posteriormente, una disminución en la producción de hormonas tiroideas, dando lugar a otra condición conocida como hipotiroidismo.
Cabe mencionar que la causa exacta de la enfermedad de Hashimoto no se conoce completamente, pero se cree que tanto factores genéticos como ambientales juegan un papel en su origen.
¿Quiénes pueden sufrir la enfermedad de Hashimoto?
La enfermedad es más común en mujeres, especialmente en edad avanzada, y suele ser hereditaria. Además, la enfermedad de Hashimoto es más frecuente en personas con síndrome de Down, síndrome de Turner o el síndrome de Klinefelter.
También es más probable desarrollar la enfermedad de Hashimoto si se tienen otros problemas que atacan el sistema inmune, tales como:
- Enfermedad celíaca: Un trastorno digestivo que daña el intestino delgado.
- Lupus: Una enfermedad crónica que puede afectar muchas partes del cuerpo.
- Artritis reumatoide: Un trastorno que afecta las articulaciones.
- Síndrome de Sjögren: Una enfermedad que causa resequedad en los ojos y la boca.
- Diabetes tipo 1: Una condición en la cual los niveles de glucosa en la sangre son demasiado altos.
¿Cómo se presenta la enfermedad de Hashimoto?
En las etapas iniciales, muchas personas con la enfermedad de Hashimoto no presentan ningún síntoma. Sin embargo, a medida que la enfermedad avanza y el hipotiroidismo se desarrolla, pueden aparecer varios síntomas, que varían de una persona a otra.
Los principales síntomas de la enfermedad de Hashimoto suelen ser sensación de cansancio, aumento de peso inexplicable, dificultad para tolerar el frío, dolor en articulaciones y músculos y problemas digestivos.
Si tienes síntomas de hipotiroidismo o preocupaciones sobre tu tiroides, consulta a un profesional de la salud para una evaluación completa. Tu bienestar es la prioridad y existen recursos y tratamientos disponibles para ayudarte a manejar esta condición.
