Más horas frente a pantallas, mayor riesgo para el corazón infantil

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Cada hora adicional de uso diario se asoció con un aumento significativo del riesgo.

Investigadores del Journal of the American Heart Association analizaron datos de más de 1.000 niños y adolescentes para evaluar cómo el tiempo frente a pantallas, televisión, videojuegos, celulares o tablets, influye en su salud cardiometabólica.

El hallazgo principal fue claro, cada hora adicional de uso diario se asoció con un aumento significativo del riesgo, medido a través de indicadores como la circunferencia de cintura, la presión arterial, los niveles de colesterol HDL, triglicéridos y glucosa.

Dormir más, un posible escudo protector

Uno de los descubrimientos más alentadores fue que la duración del sueño podría amortiguar este riesgo. Los participantes que dormían más mostraron una relación más débil entre tiempo de pantalla y riesgo cardiometabólico.

En niños, el sueño explicó alrededor del 12% de esta asociación. En adolescentes, además, dormir menos y acostarse más tarde se vinculó de manera independiente con peor salud cardiometabólica.

Los autores sugieren que la exposición nocturna a la luz de los dispositivos puede alterar la producción natural de melatonina, lo que afecta los ciclos de sueño y, en consecuencia, el metabolismo. Este fenómeno podría explicar por qué el uso de pantallas en horas de la noche tiene un efecto más perjudicial.

Diferencias por edad y sexo

En la infancia, no se detectaron cambios importantes en medidas como el índice de masa corporal. Sin embargo, en adolescentes, sobre todo en varones, sí se observaron aumentos de grasa corporal, masa muscular y mayor IMC asociados con más horas frente a pantallas.Aun así, las diferencias entre sexos no fueron estadísticamente significativas.

El estudio también identificó una “firma metabolómica” de 37 biomarcadores en sangre relacionados con el alto tiempo de pantalla, incluyendo niveles elevados de triglicéridos y alteraciones en el perfil de lipoproteínas.

En adolescentes, esta firma se asoció con un mayor riesgo estimado a 10 años de enfermedad cardiovascular, según un modelo basado en resonancia magnética nuclear.

Aunque el estudio es observacional y no prueba causa-efecto, sus resultados aportan evidencia sólida sobre la necesidad de:

  • Limitar el tiempo de pantalla en la infancia y adolescencia.
  • Promover hábitos de sueño saludables, especialmente en quienes ya pasan muchas horas frente a dispositivos.
  • Educar a familias y escuelas sobre la interacción entre descanso, exposición a pantallas y salud metabólica.

Los investigadores recomiendan que futuros estudios utilicen mediciones objetivas de uso de pantallas y sueño, y evalúen intervenciones combinadas para mejorar la salud cardiometabólica desde edades tempranas.

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