Cáncer de vulva durante el embarazo: caso revela las consecuencias de una intervención tardía

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La paciente, una mujer embarazada de aproximadamente 40 años, presentó una lesión vulvar significativa. Imagen de caso.

Un inusual y trágico caso clínico registrado en un entorno de bajos recursos pone en evidencia los peligros de la progresión acelerada del cáncer de vulva (CV) durante el embarazo y el periodo posparto. 

Detalles del caso

La paciente, una mujer embarazada de aproximadamente 40 años, presentó una lesión vulvar significativa que, a pesar de un diagnóstico temprano, no fue tratada a tiempo debido a limitaciones del sistema de salud, lo que resultó en una evolución letal de la enfermedad.

El cáncer de vulva durante el embarazo es extremadamente raro, y su incidencia exacta aún no se ha establecido. Sin embargo, este informe médico subraya un punto crítico: la urgencia en el tratamiento no debe subestimarse. 

En este caso, la paciente presentó una lesión de 7×5 cm en la vulva izquierda, con afectación del clítoris, pero sin invasión de órganos adyacentes. La biopsia confirmó un carcinoma escamoso bien diferenciado, clasificado como estadio IB según la clasificación FIGO.

Tras una cesárea programada a las 34 semanas de gestación, se planificó una resonancia magnética y una vulvectomía radical como tratamiento inmediato. Sin embargo, las restricciones del Seguro Nacional de Salud retrasaron la cirugía por tres meses. Al momento de su reevaluación, el cáncer había progresado rápidamente a un estadio clínico avanzado, comprometiendo gravemente el pronóstico.

Este caso resalta la agresividad con la que puede avanzar el cáncer de vulva en mujeres embarazadas, especialmente en el periodo posparto. Factores como los cambios inmunológicos y fisiológicos del puerperio podrían contribuir a esta progresión acelerada, lo que exige una atención médica rápida y decidida.

Los especialistas advierten que el tratamiento del CV durante el embarazo no debe postergarse. Aunque la cirugía puede implicar desafíos durante el embarazo, su realización temprana —incluida la linfadenectomía inguinal, esencial para una correcta estadificación quirúrgica— puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.

El caso no sólo pone de manifiesto la necesidad de protocolos claros y urgentes en la atención de este tipo de cáncer durante el embarazo, sino también las graves consecuencias de las inequidades en el acceso a servicios de salud especializados. 

“Los ginecólogos no deben ignorar la posibilidad de una rápida progresión de la VC después del parto debido a diversos factores, como los cambios inmunológicos y fisiológicos durante el puerperio”, concluyen los autores. 

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