Durante años, la posibilidad de que la vasectomía aumente el riesgo de cáncer de próstata ha sido tema de debate entre médicos, investigadores y pacientes. Pero, ¿qué dice hoy la evidencia científica?
Algunas investigaciones recientes sugieren una leve asociación entre la vasectomía y ciertos tipos de cáncer de próstata, especialmente los de grado bajo. Sin embargo, muchas otras, incluidas las más amplias y actualizadas, no han encontrado pruebas suficientes para establecer una relación directa o alarmante.
La Sociedad Americana del Cáncer explica que, aunque algunos estudios sí encuentran una leve relación, otros no reportan ningún aumento en el riesgo. La comunidad científica continúa investigando si realmente existe una conexión entre ambos.
Una revisión de 2017 que analizó más de 53 estudios con casi 15 millones de participantes, concluyó que no había relación entre la vasectomía y formas agresivas, avanzadas o mortales del cáncer de próstata. Más recientemente, un análisis realizado en 2024 sobre población europea también descartó que la vasectomía fuera un factor de riesgo. Aun así, otros estudios como una revisión de 2022 con más de 16 millones de casos, sí encontraron una asociación con cánceres localizados o de bajo grado.
Pero ¿qué podría explicar estas diferencias? Una de las limitaciones señaladas por la comunidad médica es que las personas que se realizan una vasectomía suelen tener mayor seguimiento médico, lo que aumenta las probabilidades de detectar un cáncer, incluso en fases muy tempranas. Es decir, más que causar cáncer, la vasectomía podría estar asociada con una mayor detección por mayor acceso a pruebas.
En cualquier caso, las principales organizaciones médicas siguen sin establecer una alerta. Las guías clínicas de la Asociación Americana de Urología, por ejemplo, se mantienen sin cambios desde 2015: no consideran necesario advertir de un mayor riesgo de cáncer de próstata a quienes consideran este método anticonceptivo.
Por otro lado, la reversión de la vasectomía tampoco parece tener un efecto preventivo. Un estudio internacional de 2018 no encontró diferencias significativas en el riesgo de cáncer entre quienes invirtieron el procedimiento y quienes no lo hicieron.
Entonces, ¿hay algo que se pueda hacer para prevenir el cáncer de próstata?
La ciencia señala que los principales factores de riesgo no están bajo control individual: la edad, los antecedentes familiares y ciertos factores genéticos. Sin embargo, sí existen medidas que pueden contribuir al bienestar general y posiblemente reducir el riesgo, como mantener un peso saludable, hacer ejercicio regularmente, cuidar la alimentación y limitar el consumo de carnes procesadas y suplementos de calcio.
Ante cualquier duda, lo mejor sigue siendo consultar con el médico y discutir los riesgos y beneficios de las pruebas de detección como el antígeno prostático específico (PSA) y los exámenes rectales. Decidir informadamente siempre será la mejor forma de cuidarse.