En un hallazgo que podría revolucionar la medicina regenerativa, un grupo de científicos de la Universidad de Columbia ha desarrollado un gel inyectable con propiedades curativas… ¡A partir de yogur! Esta sorprendente innovación combina nanotecnología, biología celular y materiales biocompatibles para crear un hidrogel que imita las propiedades del tejido humano y estimula la regeneración, sin necesidad de químicos artificiales.
De la cocina al laboratorio: un nuevo rol para el yogur en medicina regenerativa
El estudio, publicado recientemente en la revista Matter, fue liderado por el profesor Santiago Correa, experto en ingeniería biomédica, en colaboración con científicos de la Universidad de Padua, en Italia. El nuevo material está compuesto por vesículas extracelulares (EVs, por sus siglas en inglés) derivadas del yogur, unas diminutas partículas naturales que las células liberan y que contienen proteínas, material genético y otras señales biológicas capaces de activar complejos procesos celulares.
La gran ventaja de este hidrogel es que estas vesículas no solo sirven como agentes curativos, sino que también actúan como bloques estructurales que dan forma al material, haciéndolo inyectable y adaptable a diferentes tipos de lesiones. De esta forma, el gel no solo ayuda a sanar, sino que se integra con el cuerpo de forma armónica.
¿Qué son las vesículas extracelulares y por qué importan?
Las vesículas extracelulares son partículas diminutas (más pequeñas que una bacteria) liberadas por las células como una forma de comunicación. Contienen mensajes en forma de proteínas, lípidos y ácidos nucleicos que pueden viajar a otras células y modificar su comportamiento. En los últimos años, han cobrado gran importancia en la investigación médica por su capacidad de influir en procesos como la inflamación, el crecimiento celular y la regeneración de tejidos.
El problema hasta ahora era que las EVs humanas, como las derivadas de células madre, son costosas y difíciles de obtener en grandes cantidades. El equipo de Columbia encontró una alternativa sorprendente y accesible: las vesículas del yogur, un producto lácteo fermentado por bacterias probióticas que, al crecer, liberan sus propias EVs en la leche.
Estas vesículas bacterianas no solo fueron abundantes, sino también funcionales. Al mezclarlas con polímeros biocompatibles, los científicos lograron que actuaran como pegamento natural para formar un gel inyectable que imita la elasticidad y composición del tejido vivo. Además, las EVs del yogur estimularon procesos de regeneración, incluyendo la formación de nuevos vasos sanguíneos (angiogénesis) y una respuesta inmunológica favorable para la curación.
Aplicaciones en medicina regenerativa y heridas complejas
Este gel de yogur podría tener aplicaciones muy amplias en medicina regenerativa. Por ejemplo, en lesiones cutáneas profundas, úlceras crónicas o heridas quirúrgicas difíciles de cerrar, donde el tejido necesita regenerarse en condiciones óptimas. También podría emplearse en la reparación de tejidos internos como músculos, vasos sanguíneos o incluso estructuras cardíacas, debido a su biocompatibilidad y capacidad para inducir angiogénesis.
En modelos animales, el hidrogel se inyectó en zonas dañadas y mostró ser bien tolerado, sin causar inflamación ni rechazo. De hecho, en solo una semana, los ratones desarrollaron nuevos vasos sanguíneos y células antiinflamatorias en la zona tratada, lo cual sugiere que el gel no solo “rellena” el tejido, sino que activa su reparación de forma natural.
Además, como el gel se puede inyectar directamente donde se necesita, se minimizan riesgos quirúrgicos y se logra una aplicación más precisa. También puede adaptarse a diferentes fuentes de EVs: en el estudio, los investigadores probaron con vesículas de células mamíferas y bacterianas, demostrando que el sistema es versátil y escalable.
Un vistazo al futuro: biotecnología accesible y global
El hecho de que este avance se base en un producto tan común como el yogur abre la puerta a soluciones accesibles para sistemas de salud de todo el mundo. Si los ensayos clínicos en humanos confirman los resultados prometedores de los estudios iniciales, el hidrogel podría desarrollarse como un tratamiento de bajo costo para diversas afecciones regenerativas.
También representa un cambio de paradigma en el diseño de biomateriales. Tradicionalmente, los materiales implantables eran pasivos: rellenaban o sostenían estructuras, pero no participaban activamente en el proceso de curación. Este nuevo enfoque —en el que el material se comporta como un “socio biológico”— podría aplicarse a múltiples campos, desde la oncología hasta la reparación de órganos tras cirugías complejas.
Por ahora, el equipo del Dr. Correa continúa investigando cómo ajustar la respuesta inmune inducida por el gel y explorar nuevas combinaciones de EVs. El objetivo es perfeccionar su uso en diferentes tejidos y afecciones. Mientras tanto, esta innovación representa una de las aplicaciones más originales y prometedoras de la biotecnología moderna: transformar un alimento cotidiano en una herramienta terapéutica capaz de sanar desde adentro.
El gel inyectable derivado del yogur combina accesibilidad, biocompatibilidad y potencial terapéutico para convertirse en una herramienta revolucionaria en medicina regenerativa. Más allá de lo insólito del origen, este avance es ejemplo de cómo la biología y la ingeniería pueden unirse para crear soluciones reales a desafíos médicos que afectan a millones de personas.