La infertilidad afecta a millones de personas en todo el mundo. En particular, muchas mujeres se enfrentan a la disminución natural en la cantidad y calidad de óvulos a partir de los 35 años. En otros casos, enfermedades, tratamientos de quimioterapia, o fallas ováricas hacen que haya pocas o ninguna célula germinal funcional disponible. Las técnicas actuales, como la fertilización in vitro (FIV), debían contar con óvulos sanos para ser exitosas, y cuando una mujer no tiene óvulos viables, las opciones son muy limitadas.
Se practica también la donación de óvulos, pero eso implica renunciar a la conexión genética con la madre. Por ello, la ciencia ha buscado crear gametos funcionales (óvulos o espermatozoides) a partir de células somáticas —por ejemplo, de la piel—, como una forma de restaurar la fertilidad genéticamente vinculada para quienes carecen de óvulos propios.
Técnica innovadora: mitomeiosis por transferencia nuclear somática
Un equipo del Oregon Health & Science University (OHSU), liderado por el Dr. Shoukhrat Mitalipov, con la participación de la bióloga española Nuria Martí Gutiérrez, ha desarrollado una técnica experimental llamada mitomeiosis. Esta técnica combina la transferencia nuclear de células somáticas (SCNT, por sus siglas en inglés: somatic cell nuclear transfer) con una inducción especial para forzar una división reductiva de los cromosomas, similar a la meiosis.
El procedimiento resumido:
- Se toma una célula somática (por ejemplo de la piel) de la persona que desea generar un óvulo.
- Se extrae el núcleo de la célula donante y se trasplanta a un óvulo donado que ha sido previamente desprovisto de su propio núcleo (un “óvulo enucleado”).
- Se induce al óvulo reconstituido a realizar una división celular reductiva directa, sin duplicar nuevamente todo el ADN, de modo que se elimine aproximadamente la mitad de los cromosomas (como ocurre naturalmente en la meiosis) — ese paso es lo que llaman “mitomeiosis”.
- Luego, estos óvulos generados son fertilizados con esperma humano y observados durante los primeros días del desarrollo embrionario.
Resultados del estudio: éxitos parciales y limitaciones
El experimento arrojó los siguientes resultados:
- Se lograron generar 82 óvulos funcionales mediante esta técnica.
- De esos 82, el 9 % llegó a la etapa de blastocisto, que ocurre aproximadamente en el día 6 tras la fecundación, punto en el que normalmente se considera que podría implantarse en un útero.
- Ninguno fue cultivado más allá de ese día, y se observaron anomalías genéticas en muchos embriones, principalmente debidas a que los cromosomas homólogos no se alineaban correctamente en el huso acromático, lo que lleva a una separación errónea de cromosomas — fruto de la complejidad de replicar la meiosis de forma exacta.
Esto significa que, si bien la prueba de concepto es funcional, aún hay muchos obstáculos antes de que esta tecnología pueda ser usada en la clínica.
Comparación con estudios previos y revisión científica
- Técnicas previas para generar óvulos “artificiales” incluían el uso de células madre pluripotentes inducidas (iPSCs). Aunque en ratones y otros animales algunas de esas técnicas han tenido éxito, en humanos no se había logrado generar óvulos completamente funcionales que superaran ciertas etapas tempranas del desarrollo embrionario con normalidad.
- En este nuevo estudio, la innovación principal es que no se dependió de que la mujer produzca al menos un óvulo maduro; solo se necesitó una célula somática (célula de piel) del solicitante. Esto puede representar una ventaja enorme si se logra superar las limitaciones genéticas y técnicas.
Implicaciones éticas, riesgos y el horizonte clínico
Aspectos técnicos que aún deben resolverse
- La correcta separación de cromosomas durante la división reductiva. Si queda cromosomas de más o de menos (aneuploidías), los embriones no se desarrollan bien o pueden tener defectos genéticos.
- El fenómeno del imprinting epigenético, donde ciertos genes deben expresarse de forma diferente según si vienen del padre o de la madre. Si este mecanismo no funciona bien, puede haber problemas de desarrollo.
- Duración del cultivo y viabilidad: hasta ahora los embriones no se han desarrollado más allá del día 6, lo que limita su aplicabilidad inmediata para implantación.
Implicaciones éticas y sociales
- Posibilidad de que parejas con dificultades reproductivas o parejas del mismo sexo tengan descendencia genéticamente relacionada con ambos miembros plantea cuestiones legales, éticas y sociales.
- Regulaciones sobre clonación, privacidad genética, donación de óvulos y consentimiento informado serán críticas.
- Riesgo de uso indebido o expectativas no realistas; se debe comunicar claramente que este es un avance experimental, no aún una terapia segura disponible.
Horizonte clínico
- Según los investigadores, se estima que podrían pasar al menos diez años antes de que haya aplicaciones terapéuticas seguras en humanos.
- El camino incluye mejorar la eficiencia del proceso, reducir los errores genéticos, asegurar que los óvulos generados puedan desarrollarse con normalidad, y cumplir con los estándares de seguridad para embarazo y salud del eventual descendiente.
Un prometedor pero lejano avance
El trabajo liderado por Mitalipov y Martí Gutiérrez marca un hito científico. Generar óvulos a partir de células de piel con transferencia nuclear y mitomeiosis abre nuevas posibilidades para quienes no pueden producir óvulos propios. Sin embargo, las limitaciones —genéticas, técnicas y éticas— son significativas en este momento.
Para pacientes, lo importante es mantener las expectativas realistas: este avance aún no es una opción terapéutica concreta, pero sí un paso que podría, en el futuro, ofrecer nuevas alternativas para la infertilidad. Para médicos y científicos, representa un nuevo campo de investigación que requiere colaboración, estudios rigurosos y regulaciones claras.