Obesidad más allá del peso: un problema de salud pública que requiere un enfoque integral

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Lilyana Figueroa, licenciada en nutrición y dietética.

La obesidad se ha convertido en una de las principales preocupaciones de salud pública a nivel mundial, con un aumento alarmante en las últimas décadas. Más allá de las implicaciones estéticas, esta condición está estrechamente ligada a enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer. 

Lilyana Figueroa, licenciada en nutrición y dietética, destaca la importancia de la prevención de la obesidad desde un enfoque integral. «La obesidad es una condición multifactorial, influenciada por diversos elementos, entre ellos, las dietas ricas en azúcares añadidas, grasas saturadas y alimentos ultraprocesados, el consumo excesivo de calorías y un desequilibrio en la ingesta de nutrientes», explica Figueroa. Además, el desconocimiento sobre la calidad nutricional de los alimentos y la disminución de la actividad física debido a la tecnología y el trabajo de oficina contribuyen a este problema.

Enfoque nutricional para abordar la obesidad

Para abordar la obesidad de manera efectiva, es necesario un enfoque integral que abarque la educación, el entorno y las políticas públicas. Esto implica enseñar a la población a leer las etiquetas nutricionales y a diferenciar entre alimentos saludables y ultraprocesados, así como fomentar hábitos de alimentación consciente y control de porciones. También es crucial crear espacios seguros y accesibles para la práctica de actividad física y garantizar el acceso a alimentos frescos y nutritivos en todas las comunidades.

«Los nutricionistas desempeñamos un papel fundamental al proporcionar educación y orientación personalizada», afirma Figueroa. «Pero también es esencial que el gobierno y los organismos de salud implementen campañas de educación y regulaciones que controlen la industria alimentaria. Asimismo, las escuelas y las empresas pueden desarrollar programas de bienestar que promuevan hábitos saludables».

La obesidad es un problema complejo que requiere estrategias de prevención en múltiples niveles. No basta con centrarse en la responsabilidad individual; es fundamental crear entornos que faciliten la toma de decisiones saludables. La educación, el acceso a alimentos adecuados, la promoción del ejercicio y las regulaciones de la industria son pilares esenciales en la lucha contra la obesidad.

Con un enfoque integral y sostenido, es posible reducir el impacto de la obesidad y mejorar la calidad de vida de las personas. La colaboración entre profesionales de la salud, gobiernos, instituciones educativas y la sociedad en general es clave para lograr un cambio significativo y duradero.

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