La depresión y la ansiedad no son exclusivas de los adultos. En niños y adolescentes, estas condiciones pueden manifestarse de formas únicas, y es fundamental que los padres aprendan a reconocer las señales. Kilsie Colón, estudiante de maestría en psicología escolar en la Ponce Health Sciences University, comparte herramientas clave para identificar síntomas y saber cuándo buscar ayuda profesional.
En Estados Unidos, se estima que alrededor del 32% de los adolescentes padecen un trastorno de ansiedad. En general, se calcula que entre el 15% y el 20% de niños y adolescentes tienen un trastorno de ansiedad.
¿Cuáles son las señales de alerta?
Es esencial observar cambios significativos en el comportamiento de los hijos. Algunas señales comunes incluyen:
- Cambios en el estado de ánimo: tristeza persistente o mayor irritabilidad.
- Alteraciones en el sueño: dormir en exceso o, por el contrario, sufrir de insomnio.
- Aislamiento social: pérdida de interés en actividades que antes disfrutaban.
- Quejas físicas recurrentes: dolores de cabeza o estómago sin causa aparente.
¿Cuándo buscar ayuda profesional?
Colón explica que si estos síntomas persisten por más de dos semanas, si el comportamiento de los hijos cambia de manera significativa o si manifiestan deseos de autolesionarse, es hora de buscar apoyo profesional.
“Como padres, es vital fomentar una red de apoyo para sus hijos. A veces, los niños no desean hablar de estos temas con mamá y papá, por lo que contar con otras personas de confianza es crucial”, comenta la estudiante de maestría.
El cuidado emocional también es para los padres
Un recordatorio importante de Kilsie Colón es que los adultos también necesitan cuidar su salud mental: “Recuerda que, para ayudar a tu hijo, primero debes estar bien tú”.
Buscar ayuda profesional no es un signo de debilidad, sino de fortaleza y amor hacia los hijos. Si notas estas señales en casa, no dudes en actuar. Un diagnóstico y tratamiento a tiempo pueden marcar la diferencia en el bienestar emocional de los niños y adolescentes.
Para ayudar a los niños a manejar el estrés y la ansiedad en Navidad, se puede:
- Mantener sus rutinas diarias lo más estables posible
- Ayudarles a sentirse seguros, amados y cuidados
- Ofrecerles rutinas, como el mismo horario de acostarse para dormir, comer juntos o estar con ellos después de la escuela
- Priorizar el tiempo de calidad con los niños, no la cantidad de tiempo ni la cantidad de consumo que se hace con ellos
- Reconocer que no se pueden tener en tres días las relaciones que no se cultivan adecuadamente durante todo el año