Tu hijo llega del colegio con hambre, pero sin mucho apetito para la cena. ¿Te suena familiar? Para la nutricionista dietista, la Lcda. Lilyana Figueroa, este escenario es común y refleja la importancia de las meriendas en la rutina diaria de los niños. “Las meriendas no solo llenan el estómago; son esenciales para nutrir el crecimiento, aportar energía para estudiar y jugar, y formar hábitos alimentarios que duran toda la vida”, explica la lcda.
La importancia de una buena merienda
Durante la etapa entre los 6 y 12 años, los niños atraviesan un crecimiento acelerado, combinan mayor actividad física con más exigencias académicas y comienzan a definir sus propios gustos. “En esta etapa necesitan nutrientes que apoyen el desarrollo cerebral, fortalezcan el crecimiento óseo y les brinden energía constante”, resalta la especialista.
Sin embargo, el reto está en evitar los productos ultraprocesados como galletas, jugos artificiales, papitas, dulces o chocolates. Aunque son prácticos, sus efectos no son los más convenientes. “Estos alimentos pueden causar hiperactividad seguida de cansancio, dificultar la concentración y aumentar el riesgo de caries y sobrepeso”, advierte la nutricionista.
3 ideas de meriendas nutritivas y deliciosas
La especialista recomienda tres alternativas fáciles de preparar, atractivas para los niños y cargadas de nutrientes:
- Volcán de yogur
Yogur natural con granola y frutas como berries, banano o manzana.
Beneficios: calcio, probióticos y antioxidantes para fortalecer huesos y defensas. - Rollitos arcoíris
Tortilla integral rellena con queso y vegetales de colores.
Beneficios: carbohidratos complejos, calcio y vitaminas para energía duradera. - Paletas de fruta con yogur
Yogur mezclado con fruta picada y congelado en moldes divertidos.
Beneficios: calcio, vitaminas e hidratación. Una opción fresca y saludable frente a los helados.
Además, la doctora invita a hacer de la alimentación un juego compartido en familia: “Involucrar a los niños en la compra de frutas o en la preparación de las meriendas hace que disfruten más y se sientan parte del proceso. Los cortes creativos en forma de estrellas o corazones siempre son un éxito”, recomienda.
¿Cuándo consultar a un nutricionista?
No todo rechazo es normal, y es aquí donde la orientación profesional se vuelve clave. “Si el niño muestra rechazo persistente a alimentos saludables, cambios bruscos en el apetito, problemas de concentración o cansancio excesivo, lo recomendable es consultar a un nutricionista”, aconseja la especialista.
Cada merienda saludable es mucho más que un pequeño aperitivo es una oportunidad de cuidar la salud y el bienestar de los niños a largo plazo. “Con creatividad, paciencia y buena información, comer sano puede convertirse en una aventura increíble”, concluye la lcda.
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